Una mujer venezolana de 36 años, fue esposada con su hija en brazos por las autoridades colombianas en una tienda en Cartagena, luego de protestar por el pago de la liquidación que le correspondía por sus servicios.
El pasado 29 de noviembre, Wendy Norelys Álvarez, se presentó en el lugar donde laboró por más de un año y en el que afirma fue despedida injustamente el pasado 20 de octubre, desde ese momento la mujer ha exigido el dinero que le deben.
«Puse tutelas y demandas pero ellos no responden y usan todo su poder para atropellar mis derechos como trabajadora», dijo la mujer.
En el altercado las autoridades arremetieron contra la venezolana quien tenía a su pequeña hija en los brazos mientras que la pequeña lloraba ante la situación : “No me quites a mi niña, yo me dejo esposar, espérate», expresó.
Enojada por el traro recibido, la joven madre le pide a uno de los presentes, quien según medios es su hijo mayor, que grabe el momento en que la están esposando «Grábame, hijo, cómo me están sacando de la tienda que me debe 2 millones de pesos [unos 416 dólares ]».
Este hecho se viralizó en las redes sociales causando indignación entre los usuarios y el mismo Gustavo Petro, presidente de Colombia, quien rechazó tal acción.
«El respeto a las reglas laborales debería ser pan de todos los días. Deplorable este tratamiento a una mujer trabajadora que es portadora de derechos», escribió Petro.
El Ministerio del Trabajo ordenó una investigación y el cierre preventivo de la tienda de ropa Jon Sonen, en la ciudad de Cartagena.
Tras el incidente la tienda aclaró que la liquidación de la empleada fue pagada hace unas semanas por un valor mayor al que estaría reclamando y que le fue cancelado el pasado 25 de septiembre por un monto de $3.002.500