Luego de tres meses bajo las aguas, debido a la ruptura del río Catatumbo en el municipio zuliano que lleva el mismo nombre, tanto productores como asociaciones de ganaderos resaltan la falta de ayuda gubernamental para el cierre del ya muy famoso «el boquete». Así lo dieron a conocer los mismos afectados a la prensa regional y nacional, con lágrimas en los ojos al sentirse olvidados pese a que representan más del 35 % de la carne y leche que se consume en el país.
Mayte Cánovas, María Urdaneta, Cecilia Carroz, Dexys Cardozo y María Rodríguez son miembros del Comité de Mujeres que se creó para estar al frente de las más de 120 hectáreas que ya se han perdido a raíz del nuevo cauce del río antes referido. Este grupo, que ya alberga casi un centenar de damas, enfatizan que llegarán hasta las últimas instancias hasta lograr el cierre del dique que se derrumbó el pasado mes de abril en la carretera El Guayabo – Encontrados.
«Ya estamos cansadas de decirle al gobierno que no queremos recursos para nosotras, queremos es que cierren el dichoso dique que mantiene a los pequeños productores con producción en cero (…) Es una mega inversión la que allí se necesita, pero solas no podemos. De ser posible, nos iremos a instalar a Caracas porque la afectación no es solamente a cada ganadero, sino al país el día de mañana que ya se acaben los recursos en otras fincas de este estado Zulia. Si la administración de Nicolás Maduro cumple lo que ya ha prometido tantas veces aquí, y que solo se convierten en palabras vacías, nosotras seguiremos trabajando. Solo queremos que cierren el boquete, porque el resto lo hacemos nosotras», detalló Cánovas.
Zonas olvidadas
Aunque ya estaban acostumbrados a inundaciones tras la llegada de lluvias cada año por su cercanía con los ríos Catatumbo y Zulia, esta vez habitantes de los pueblos Limones y Caña Dulce temen por sus vidas. Desde el momento de la tragedia que paralizó gran parte de la subregión zuliana Sur del Lago, así como los estados Mérida y Trujillo, estos viven en el único muro de contención que quedó y hasta tres familias por casas de latas improvisadas conviven.
Yorman Urdaneta, un joven trabajador del campo, reveló la falta que le hace su pequeño fundo para poder mantener a sus hijos. “Todo está paralizado. Aquí nadie llega, nadie se asoma, solamente organizaciones privadas o mundiales pero ningún gobierno viene a ver nuestra tragedia (…) Sabemos levantarnos, lo hemos hecho antes, pero esta vez nadie quiere ayudarnos con el boquete del kilómetro 43”.
Urdaneta y Magdeleiny Lujano, ambos pobladores de Limones, rezan todos los días desde esa zona recóndita del municipio Catatumbo que para llegar se invierte una hora en lancha a motor donde el único paso es por el río Catatumbo, luego de que la carretera se perdió producto de las aguas que desembocaron desde Caño Caimán. “Solo nos toca orarle al Santísimo para que un milagro nos invada las tierras”, finalizó diciendo Lujano.
Y es que son 17 familias las que viven en unos diez ranchos construidos con las láminas de zinc de sus mismas casas. Las construyeron rápidamente mientras el agua subía en la madrugada. Niños y adultos mayores son los más perjudicados y siguen viendo los embates de aquel momento. La única escuela se convirtió en un albergue, obligando el cese de los estudios. En el sitio no hay personal sanitario, los vecinos se curan «a la buena de Dios» o por remedios caseros.
Exposición ganadera
La Asociación de Ganaderos de El Guayabo (Argag), liderado por Nelson Urdaneta, indicó que la suma aproximada, que estos han manejado con profesionales de la ingeniería para cerrar el dique, es de un millón de dólares. Por tal razón, y ante la falta de recursos entre todas las organizaciones cercanas, decidieron realizar una subasta el pasado 13 de julio para obtener fondos que vayan a las fases pautadas para «el boquete».
“Estamos hablando de mucho dinero, que aunque nos unamos todos se nos complicaría por el simple hecho que los pequeños surten a los grandes y si ellos están afectados, nosotros también. Sí, nosotros producimos, pero muy poco porque hasta las carreteras malas han hecho que las empresas ya no vengan a Catatumbo. Es difícil. Como asociación, nos unimos al llamado al presidente de la República para que mire hacia la zona más productora de carne y leche de la región occidental”, mencionó Urdaneta./Nota cortesía Jhorman Cruz
CACTUS24 19-07-22