Un recluso de Mississippi que mató a su ex esposa y agredió sexualmente a su pequeña hija fue ejecutado mediante inyección letal el miércoles por la noche.
David Neal Cox, de 50 años, fue ejecutado en la Penitenciaría Estatal de Mississippi en Parchman después de presentar documentos judiciales en los que se hacía llamar “digno de muerte” y descartar todas las apelaciones.
A Cox, le declararon muerto tras recibir un cóctel de fármacos letales en la Penitenciaría Estatal de Misisipi, en Parchman, según notificó el Departamento estatal de Correcciones.
Misisipi llevaba nueve años sin ejecutar a un preso condenado a muerte, pero en 2018 Cox renunció a su representación legal y a presentar apelaciones y pidió al estado que acabara con su vida ya que «merecía morir».
David Cox fue condenado a muerte por un jurado en 2012 tras declararse culpable de asesinar dos años antes a su entonces esposa, Kim Kirk Cox, y de abusar sexualmente de su hijastra, que tenía en ese momento 12 años.
Esa mujer, hoy de 23, asistió este miércoles a la cárcel para presenciar la ejecución.
Durante la noche del 14 al 15 de mayo de 2010, Cox se amotinó en una vivienda de la localidad de Sherman, al noreste del estado, con su entonces mujer, la hijastra y uno de los dos hijos que tenían en común.
A lo largo de ocho horas de motín, Cox asesinó a tiros a la mujer en frente de los niños y abusó sexualmente de la hijastra varias veces. Ya de madrugada, la Policía irrumpió en la vivienda sin que Cox mostrara mayor resistencia.
Cactus24/18-11-2021