Existe una población vulnerable que ha sido afectada no solo por la pandemia sino también por la grave crisis económica y social que vive Venezuela, se trata de los adultos mayores, quienes se han visto en la obligación de salir a las calles a buscar el pan para sus hogares, ya que las pensiones que les otorga el gobierno nacional no les alcanza para comprar ni una harina.
El señor Alirio tiene 68 años, de Puerto la Cruz estado Anzoátegui es ingeniero y actualmente es taxista, relató que sus dos hijos se fueron del país para poder tener una mejor calidad de vida, sin embargo, él y su esposa se quedaron en Venezuela.
“No es mucho lo que hago a diario haciendo carreras, porque a la hora de hacer mercado no alcanza para mucho, pero por lo menos es un trabajo digno”, manifestó.
Por otro lado, el señor Pérez resaltó que trabajó toda una vida para asegurar una vejez tranquila y digna, pese a ello, aseguró que los esfuerzos han sido frustrados por un país sumergido en crisis.
“Anhelo una Venezuela donde mis hijos puedan vivir tranquilos y tener calidad de vida, donde yo pueda recorrer junto a mis nietos el país y mostrarles las maravillas que ofrece”.
Esa es la realidad no solo del señor Pérez, sino de miles de adultos mayores en Venezuela, quienes no solo se han visto en la obligación de trabajar para poder sobrevivir, sino, que han sido bruscamente separados de sus seres más queridos.
Cactus24/25-11-2020
