El actor Michael J. Fox está evaluando dar un paso al costado en cuanto a interpretación se trata, ya que producto del Párkinson que padece «actuar se empieza a hacer cuesta arriba».
La revelación la hizo el propio protagonista de la saga «Volver al Futuro» en sus memorias, «No Time Like Future», que lanzó la semana pasada y ya son un éxito en ventas.
Fox se había retirado después de ser diagnosticado con la enfermedad degenerativa en 1991, pero ahora aseguró que además está sufriendo de problemas cognitivos, como pérdida de memoria. «Hay un momento para todo y mi momento de dedicar 12 horas de trabajo al día, de memorizar siete páginas de diálogo, ya quedó atrás. Al menos por ahora», sostiene en su libro.
El actor ahondó sobre sus dificultades en una entrevista con People. «Mi memoria a corto plazo está destruida. Siempre tuve una gran facilidad para las frases y la memorización. Y tuve algunas situaciones extremas porque en el último par de trabajos que hice, interpreté papeles con muchas palabras y tuve problemas con ambos», explicó según La Vanguardia.
«Actuar se empieza a hacer cuesta arriba», afirmó el intérprete, quien agregó que se ha dedicado a escribir, lo que disfruta mucho.
Fox agregó que su decisión de «entrar en un segundo retiro» es un acto de justicia con sí mismo, así como también como con productores, directores, editores, supervisores y otros actores. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de que eso cambie, pero «si este es el final de mi carrera actoral, que lo sea».
Sin embargo, la pérdida de memoria a corto plazo no es lo único que afecta últimamente al actor. Tampoco puede tocar guitarra ni dibujar, y además ha presentado alucinaciones y delirios. Esto, de acuerdo a Los Angeles Times, lo han llevado a confundir a sus hijas gemelas -Aquinnah y Schuyler (25)-, o a pasar horas buscando las llaves de su automóvil a pesar de que hace años que no maneja.
Actualmente, Fox participa en el cortometraje animado «The Beast, Heroes of the Wildfire», donde pone voz a uno de sus protagonistas.