Dos hombres fueron condenados a muerte este martes por haber provocado un incendio deliberado en una fábrica de ropas en Karachi (sur de Pakistán), en 2012, en el que murieron más de 260 personas.
Ambos acusados habían incendiado la fábrica de la empresa Ali Enterprises, el 11 de septiembre de 2012, puesto que sus propietarios se habían negado a pagar sobornos, según la justicia.
El peor desastre industrial
Aquel incendio todavía es considerado uno de los peores desastres industriales en la historia de Pakistán.
El siniestro había dejado en evidencia las miserables condiciones laborales de los trabajadores textiles paquistaníes, y el dilema de los industriales locales, a veces inclinados a sacrificar la seguridad de sus trabajadores en aras de exportar más.
El edificio de la fábrica, destartalado, estaba repleto a tope, con sus ventanas cubiertas por mosquiteros y las escaleras por mercancías en el momento del incendio. La fábrica tampoco contaba con salida de emergencia, ni ventilación adecuada, según habían denunciado las autoridades paquistaníes y los empleados y, a pesar de esto, había obtenido una certificación de seguridad por parte de una auditora europea.
Una gran parte de su producción era comprada por la empresa alemana KIK, que desde entonces ha pagado 6 millones de dólares (unos 5,1 millones de euros) en compensaciones a las familias de las víctimas. //AFP
Cactus24/22-09-2020