El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, se reunió el viernes con migrantes venezolanos en un centro de recepción de refugiados en el norte de Brasil, en una nueva etapa de una gira con la que busca aumentar la presión para forzar la salida del poder del presidente Nicolás Maduro.
Pompeo también visitó un comedor de beneficencia que atiende a migrantes con el canciller brasileño Ernesto Araujo. El secretario de Estado elogió los esfuerzos humanitarios de Brasil para recibir a 250.000 venezolanos.
La frontera con Venezuela ha estado cerrada desde el 18 de marzo debido a la pandemia de coronavirus, y el flujo de migrantes que cruzan a Brasil ha disminuido de un promedio de 600 por día a un puñado de venezolanos que caminan por senderos a campo traviesa.
Pompeo visitó Guyana y Surinam antes de llegar a Brasil, y su gira continúa por Colombia. La visita coincide con el momento en que los esfuerzos internacionales para promover el cambio democrático en Venezuela parecen haberse estancado y Maduro ha afianzado su control del poder, a pesar de la agitación política y económica que llevó a 5 millones de venezolanos a huir del país.
