En el caso de Fabrizio José Trompiz no había mucho que hacer para mantenerlo con vida.
Un traumatismo craneoencefálico severo, con pérdida de masa encefálica era un diagnóstico difícil de superar y ese fue el diagnóstico que obtuvo producto del deslizamiento de la moto con la que circulaba por la calle Ayacucho, entre Monagas y Jacinto Lara de Punto Fijo, la tarde de este jueves.
El técnico en refrigeración, de 31 años, ya había sufrido varios encuentros con la muerte, pero el de este 30 de abril fue el definitivo.
El occiso era natural de la capital carirubanense y deja dos hijos en situación de orfandad.