Un insólito descubrimiento llamó la atención de los guardaparques en una reserva nacional de Kenia, fue ni más ni menos que una llamativa cruza entre un burro y un ejemplar de cebra. La cría con el cuerpo grisáceo-rojizo y las patas rayadas, es la flamante atracción del lugar.
La madre, una cebra, invadió el año pasado un coto privado y se habituó a vivir
con animales domésticos y de pastoreo hasta que los medios locales se hicieron eco de la noticia, y el Servicio de Conservación de la Fauna de Kenia (KWS) y la SWT decidieron trasladarla al parque nacional de Chyulu.
Los equipos siguieron monitoreando su adaptación al medio, cuando se dieron cuenta de que estaba embarazada y que el potro al que había dado a luz era atípico.
“Mientras los potros de cebra nacen con rayas blancas y marrones que acaban volviéndose negras, este pequeño tenía sospechosamente pocas rayas y un color abrumandamente rojo”, explica la SWT en un comunicado.
Híbrido de burro y cebra
Al principio, pensaron que era por revolcarse en el barro, hasta que se dieron cuenta de que la cebra había dado a luz a un “zonkey”, cuyo padre -un burro- debió dejarla embarazada durante su tiempo viviendo con los animales de pastoreo y domésticos.
El pequeño y la mamá se encuentran bien y en buena salud, y el híbrido de burro y cebra podrá vivir una vida normal, aunque, como las mulas, será estéril.
No es la primera vez que los medios locales se hacen eco del nacimiento o avistamiento de especies atípicas en Kenia, ya que, cada cierto tiempo, las redes se llenan de comentarios de sorpresa con fotos de una cebra dorada, otra sin rayas o jirafas blancas.
De hecho, cazadores furtivos mataron el mes pasado a la única jirafa blanca de Kenia y a su cría, cuya singularidad causó sensación a nivel mundial cuando fueron vistas por primera vez en 2017.
Cactus24//14-04-2020