Para estas fechas decembrinas son muchas las personas que ya tienen en sus hogares u oficinas el árbol de Navidad. Sin embargo, no todos conocen el origen del mismo.
De acuerdo a relatos germanos, el árbol representa la vitalidad y la perseverancia, ya que éste permanecía intacto a pesar del invierno sin perder su vigor.
Los adornos provienen de los Druidas de Europa central, que bendecían y consagraban todos los elementos que integraban a la naturaleza, celebrando la festividad de uno de sus dioses.
Los nórdicos tenían la creencia que en el tope se encontraba Asgard y el Valhalla, que representa el cielo y en sus raíces estaba el infierno, denominándolo como Divino Idrasil (Árbol del Universo).
Los cristianos al llegar al norte de Europa, conocieron la ceremonia del nacimiento de Frey, dios del Sol naciente y la fertilidad, que se basaba en un árbol que se mantenía adornado cercano a la época navideña.
Se estipula que el evangelizador alemán San Bonifacio, se deshizo del árbol que simbolizaba a Yggdrasil, suplantándolo por un pino que representaba el amor a Dios.
En el colocó velas y manzanas, queriendo expresar las tentaciones y el pecado cometido por Adán; mientras que las luces encarnan a Jesucristo como luz del universo que luego con el transcurso del tiempo se convirtieron en esferas y ornamentos alusivos.
Con los años se introdujo el poner obsequios a los infantes, los cuales eran enviados por Papá Noel, los Reyes Magos u Olentzero; de acuerdo a las tradiciones del lugar donde se celebre.
Cactus24 (20-12-2019)