Las autoridades en Florida investigan cómo Heather Ann Lacey, quien desapareció hace casi seis años terminó en un congelador que fue llevado a un depósito de metales reciclados y fue identificada gracias a sus huellas dactilares.
El macabro descubrimiento se realizó en un almacén de chatarra en Margate por la propietaria de la empresa, Lilian Argueta.
Los restos no hubieran sido descubiertos de no haber sido por la muerte de Jonathan Escarzaga, de 36 años. El cadáver en estado de descomposición de Escarzaga fue hallado en febrero en un apartamento cerca de allí, en el condado de Hollywood, Florida.
El administrador del apartamento contrató a la empresa de Argueta para que removiera el congelador y otros electrodomésticos. Argueta guardó las máquinas en un depósito y abrió el congelador un mecánico.
Lilian Argueta encontró el cuerpo de Lacey en el refrigerador que le vendieron ya que ella y su esposo tienen una empresa de reciclaje.
Cuando Lilian Argueta abrió un congelador vertical usado en su negocio de chatarra y vio el cuerpo de una mujer en el interior, estaba tan asustada que comenzó a gritar. Informó el diario internacional Infobae.
«Pensé que era una bruja o un maniquí», dijo Argueta. «Pensé, ‘No puede ser una persona’. Pero había un mal olor”.
La mujer que la encontró se sorprendió al saber que Lacey era rubia cuando estaba viva, y señaló que el cuerpo que vio estaba encogido, con la piel oscurecida como si fuera una momia.
Dentro del ataúd improvisado la cara de Lacey quedó de lado, tenía los brazos levantados como si sus manos estuvieran empujando contra la puerta del congelador, sus piernas estaban comprimidas hacia la parte superior de su cuerpo en el pequeño espacio, dijeron.
Cactus24 (15-05-2019)