Esta semana los habitantes de Puerto Píritu, municipio Peñalver, estado Anzoátegui protagonizaron protestas y saqueos en reclamo por la escasez de productos de la cesta básica. Las manifestaciones arrojaron pérdidas económicas a los comerciantes de las calles Bolívar, avenida Fajardo, casco central, minicentro comercial Georgina y dos agencias bancarias.
Diarios de esa localidad reseñaron que una gandola cargada de harina de maíz con destino a Barcelona estuvo a punto de ser saqueada en el sector Jabillote en plena carretera nacional, entre Píritu y Clarines, pero la acción fue frustrada por la Policía Municipal de Peñalver, Polipeñalver, que escoltó el transporte hasta la sede del cuerpo de seguridad en Puerto Píritu.
Al tener conocimiento de lo sucedido, los vecinos se apostaron en las afueras de la institución para que les vendieran el producto y observaron que varios funcionarios se apoderaron de la mercancía, lo que provocó la expulsión de un policía y sanciones administrativas a otros cuatro.
El alcalde de Peñalver, Jhony Gagarin Dib, confirmó que se registraron saqueos en dos comercios, uno dedicado a la venta de perfumes, relojes, ropa, accesorios y calzados, y un abasto-frutería, además de los daños a las fachadas de cinco locales, entre ellos las agencias del Banco de Venezuela y Bicentenario.
Además informó que en horas de la madrugada un grupo de personas intentó incendiar la sede del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Por su parte el concejal y secretario general de Alianza al Bravo Pueblo, ABP, en Píritu, Gabriel Cirilo, culpó a los organismos de seguridad de inducir la violencia al reprimir la manifestación que en principio fue pacífica, “el pueblo está perdiendo la paciencia y las autoridades juegan con fuego al retar a los ciudadanos y no atender su necesidad de alimentos… El pueblo tiene hambre por eso necesita un gobierno que dé respuesta a sus necesidades…El pueblo se cansó de esperar y de que se burlen de él y comenzó a manifestar pero fue reprimido salvajemente y corrió hacia los centros comerciales, rompiendo los vidrios de los bancos y centros comerciales, hubo saqueos, lanzaron piedras, palos, fue un momento de mucha conmoción”, declaró el dirigente.
A través de una emisora radial de oriente el concejal se responsabilizó por liderar una protesta de 300 habitantes del sector Pica-Pica por 48 horas sin energía eléctrica y por no recibir las bolsas Clap, “Este pueblo no es violento, el hambre nos ha puesto violentos, solo queremos que el gobierno nos garantice la comida, y que los cuerpos de seguridad no se queden con la mitad de la mercancía”, aseguró además que a diario se registran protestas y mencioó que la semana pasada trabajadores y personal médico del hospital Gómez Rolingson reclamaron la falta de medicamentos y ambulancias.
Fotos cortesía
CACTUS24 (12-08-16)