Ha salido humo blanco. Los peregrinos celebran y las personas esperan que el nuevo papa se prepare y salga a saludar.
Cada vez que se elige a un nuevo papa, la atención del mundo se dirige a la chimenea de la Capilla Sixtina. Durante el cónclave, desde allí se lanza un humo que revela si hubo o no acuerdo entre los cardenales.
Si el humo es blanco, Habemus Papam («tenemos un papa»).
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