Si eres como muchos, ir al baño también es una oportunidad para pasar un rato con el celular. Parece inofensivo, pero ese tiempo frente a la pantalla puede provocar dolorosos problemas de hemorroides .
El deseo de encontrar algo que hacer mientras se va al baño no es nuevo. Los celulares son solo la última de una larga lista de distracciones que incluyen libros, revistas y periódicos. La diferencia es que casi todos llevan un celular, lo que aumenta las posibilidades de que se produzcan brotes de hemorroides .
¿Qué son las hemorroides?
Técnicamente, todos tenemos hemorroides , que son básicamente vasos sanguíneos en el ano y la parte inferior del recto. Pueden hacernos la vida imposible, causando picazón, dolor y sangrado. Son una de las principales razones por las que las personas consultan a especialistas colorrectales, ya que se les atribuye la mayoría de los síntomas que se presentan en el ano.
Los brotes suelen tratarse con medicamentos de venta libre, cambios en el estilo de vida y terapias indoloras. En casos más graves, pueden requerir cirugía.
No siempre está claro por qué algunas personas tienen problemas de hemorroides y otras no. Probablemente se deba a una combinación de estilo de vida y genética, de la misma forma que algunas personas son más propensas a algo tan simple como las arrugas o ciertas afecciones médicas.
La conexión del inodoro
Pueden surgir problemas por la gran cantidad de tiempo que se pasa en el inodoro, sin usarlo para su propósito previsto. Quizás te sientes con la intención de leer algunos correos electrónicos o ver un video. Sin darte cuenta, han pasado 20 o 30 minutos. Para entonces, simplemente estás sentado, usando el inodoro como silla.
El problema es la forma en que tu cuerpo responde a esa posición.
Al sentarse sobre una abertura, los músculos del esfínter se relajan y la sangre llena las hemorroides que se encuentran naturalmente dentro y alrededor del ano. Mientras navega por internet, sus hemorroides se estiran al máximo. Con el tiempo, pierden elasticidad y su capacidad de recuperar su forma original, lo que facilita su agrandamiento y, en ocasiones, su inflamación. Por esta misma razón, no es recomendable sentarse sobre una almohada tipo dona si tiene dolor de hemorroides.
Establecer límites
No es una buena idea usar el teléfono mientras estás en el baño, pero si debes hacerlo, planea entrar y salir del inodoro en un período de cinco a diez minutos, si es posible.
Si te está tomando más tiempo, probablemente significa una de dos cosas:
Tienes dificultad para defecar, así que quizás necesites consultar a un médico para determinar qué sucede. Entre las cosas que podrían ayudar están: un ablandador de heces o un laxante, más líquidos, ejercicio o cambios en la dieta.
Estás usando el baño para estar a solas. Es una manera fácil de evitar que te molesten los niños, familiares, compañeros de trabajo o amigos. Pero si de verdad necesitas ese momento de tranquilidad, simplemente termina de defecar, levántate y vuelve a cerrar la tapa. Después, puedes sentarte y usar el inodoro como si fuera una silla de verdad.
Y aunque los brotes de hemorroides son la mayor amenaza, vale la pena mencionar la higiene. Usar el teléfono mientras se va al baño no es lo más limpio. Hay otros problemas que pueden surgir al limpiarse el trasero, tocar el teléfono con las manos y luego llevárselo a la cara.
Existe la posibilidad de infecciones por vía fecal-oral . Si tiene heces blandas o diarrea, por ejemplo, podría contagiarse a sí mismo o a otra persona que manipule su teléfono. Se recomienda lavarse las manos después de ir al baño. Sin embargo, este consejo se invalida si manipula el teléfono antes de lavarse las manos.
Cactus24 (07-05-2025)
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