El primer ministro aseguró que Morag se convertirá en un “segundo Filadelfia”, en referencia a la divisoria entre Gaza y Egipto, ocupada por las tropas y cuya permanencia indefinida en ella defiende.
Esto deja a Israel con el poder de tres corredores en Gaza con los que ha cercenado este territorio palestino: el de Netzarim, que aísla el norte y la Ciudad de Gaza; el de Morag, que engloba el centro de la Franja y la sureña Jan Yunis; y el de Filadelfia, el límite meridional del enclave, sobre el que ha quedado arrinconada Rafah.
Apenas unas 50.000 personas (de las en torno a 250.000 que vivían en Rafah antes de la guerra) habían vuelto a sus hogares durante el alto el fuego, que Israel rompió con una oleada de bombardeos en la madrugada del 18 de marzo.
Las órdenes de evacuación israelíes desplazaron primero a unas 10.000 personas de Tal al Sultán y, las del lunes, a otras 40.000 personas de esta ciudad, según datos de su alcaldía.
Las órdenes de desplazamiento israelíes sobre Gaza, junto a las áreas “prohibidas” donde Israel exige que todo movimiento de organizaciones humanitarias se coordine con ellos, abarcan el 52% de la Franja de Gaza, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).