Dominique Pelicot el hombre que durante casi diez años drogó metódicamente a su mujer para que otros hombres la violasen, podría pasar los próximos 20 en prisión, la pena máxima en Francia por violación.
Los fiscales han hallado en el caso Pelicot tres circunstancias agravantes: el hecho de que las agresiones fuesen cometidas en grupo, la implicación del cónyuge y la sumisión química. Consideran que Dominique sabía perfectamente lo que hacía, que sus actos no respondían a «un impulso», y recuerdan que a las agresiones reiteradas se les suman además otros delitos como la distribución de imágenes sexuales.
La Fiscalía insistió en que en ningún momento la víctima dio su consentimiento, en que fue reducida a «un objeto» por parte de los agresores y en que los crímenes se cometieron con una «violencia extrema», algo de lo que dan fe los más de 20.000 documentos visuales encontrados en el ordenador de Dominique.
Para la abogada de Dominique Pelicot, la pena solicitada no supuso sorpresa alguna, pero sí las motivaciones, en concreto la citada descripción que se hizo de su cliente. En su opinión, no se ha tenido lo suficientemente en cuenta su personalidad y sus experiencias, lo que —según ella— podrían «explicar ciertas cosas».
Se refiere Béatrice Zavarro a los supuestos abusos que Dominique dijo haber vivido de niño y adolescente, y que según la acusación no deberían eximirle de responsabilidad. «Tenemos dudas sobre su sinceridad», reconocieron los fiscales, que también mostraron desconfianza hacia el móvil esgrimido por el imputado, que en su última declaración confesó que someter a una «mujer rebelde» siempre había sido su fantasía. Laure Chabaud y su colega, François Mayet, creen que más bien todo tiene que ver con una venganza rumiada durante años por una infidelidad que Gisèle le habría confesado hace tiempo.
Cactus24 25-11-2024
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