Después de un apagón que afectó a más de 3 millones de usuarios y provocó un terremoto político en Sao Paulo, la capital económica de Brasil, la empresa responsable del suministro anunció este jueves que la crisis energética desatada por un temporal ha llegado a su fin.
El presidente de Enel, Guilherme Lencastre, afirmó en una rueda de prensa que 36.000 hogares siguen sin electricidad, una cifra «muy cercana a la normalidad».
La empresa concesionaria está «manteniendo la operación como si aún estuviéramos en crisis, aunque ya no estamos en crisis», aseguró Lencastre, quien agregó que el número total de clientes afectados por la falta de energía fue de 3,1 millones.
El apagón fue causado por un temporal con fuertes lluvias y vientos el pasado viernes, que impactó en la capital paulista y su área metropolitana.
La crisis energética dominó la agenda política local durante la última semana.
La ciudad de Sao Paulo, capital del estado más rico y poblado de Brasil, celebrará la segunda vuelta de sus elecciones municipales el próximo 27 de octubre. El apagón se convirtió en el principal tema del tramo final de la campaña.
El actual alcalde y candidato a la reelección, el conservador Ricardo Nunes, fue apuntado como responsable por su rival, el izquierdista Guilherme Boulos.
La candidatura de Nunes ha recibido el apoyo del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, mientras que Boulos tiene el respaldo del actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, líder de la izquierda brasileña.
Enel, la empresa privada controlada por el grupo italiano Enel que ejerce la concesión del suministro en Sao Paulo, recibió duras críticas por su respuesta ante la crisis. Tres días después del temporal, cerca de medio millón de usuarios seguían sin luz, según las autoridades.
Distintos sectores políticos apoyaron una revisión del contrato de Enel con el estado. Aneel, la agencia federal que fiscaliza el sector, advirtió que podría cancelar la concesión si la empresa no daba una solución satisfactoria.
Sao Paulo ya había sufrido otros dos apagones masivos en el último año.
Durante el temporal del pasado viernes, siete personas murieron por la caída de árboles y muros debido a la violencia de las ráfagas, informó la Defensa Civil estatal. Según Enel, varios kilómetros de la red eléctrica resultaron destruidos.
El apagón causó perjuicios económicos por cerca de 300 millones de dólares al sector de comercio y servicios, de acuerdo con estimaciones de la Federación de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo del Estado de Sao Paulo.
Las autoridades paulistas se enfocan ahora en una nueva alerta de temporal para este fin de semana. La Defensa Civil estatal emitió un aviso de riesgo meteorológico entre el viernes y el domingo, con previsión de fuertes tormentas y ráfagas de viento.
Cactus24 18-10-24
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