Israel bombardeó posiciones de Hezbolá en Siria este jueves, después de que Estados Unidos lanzara varios ataques contra instalaciones de los rebeldes hutíes de Yemen, tras casi un mes de guerra abierta entre Israel y el movimiento islamista libanés.
Siria, los rebeldes de Yemen, el movimiento islamista Hezbolá y el grupo palestino Hamás pertenecen al denominado «eje de la resistencia» contra Israel, liderado por Irán.
El jefe de los Guardianes de la Revolución de Irán, Hosein Salami, advirtió el jueves que su país responderá con un ataque «doloroso», en caso de represalia israelí por los misiles lanzados el 1 de octubre por Teherán.
Salami hizo estas afirmaciones durante los homenajes funerarios al general Abás Nilforushan, un alto mando del ejército ideológico de la República Islámica, asesinado el 27 de septiembre en el bombardeo israelí en el sur de Beirut en el que murió el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá.
Irán asegura que la andanada de misiles contra Israel fue una respuesta al bombardeo que mató a Nasralá y a Nilforushan.
Las autoridades israelíes prometieron responder a este ataque, lo que atiza el temor de que esta guerra que se disputa en varios frentes derive en un conflicto regional.
Los medios estatales sirios reportaron que Israel bombardeó la ciudad de Latakia e hirió a dos civiles, un ataque que, según la oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), tuvo como objetivo un «depósito de armas perteneciente a Hezbolá».
El ejército israelí, contactado por AFP, no hizo ningún comentario sobre el bombardeo.
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, lanzó varios ataques con bombarderos B-2 contra instalaciones subterráneas para almacenar armas en zonas de Yemen controladas por los rebeldes hutíes, informó el miércoles el Pentágono.
La oficina política de los hutíes advirtió que los bombardeos estadounidenses no quedarán «sin respuesta» e insistió en que continuará apoyando los palestinos de la Franja de Gaza y a Líbano.
Gaza es escenario de un conflicto entre Israel y Hamás, y en Líbano, el Estado hebreo libra una guerra abierta contra Hezbolá.
«La destrucción es total»
En una inusual visita a Egipto, el canciller iraní, Abás Araqchi, habló con el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi del peligro de un conflicto regional.
Ambos acordaron que es necesario «intensificar los esfuerzos para terminar con los crímenes en Gaza y con la agresión contra Líbano», destacó la agencia oficial de noticias iraní.
La guerra en Gaza estalló el 7 de octubre de 2023, cuando milicianos islamistas mataron a 1.206 personas en territorio israelí, en su mayoría civiles, según un recuento basado en cifras oficiales y que incluye los rehenes que murieron en cautiverio en Gaza.
Hezbolá abrió un frente contra Israel al día siguiente, en apoyo a Hamás, lo que obligó a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares en ambos lados de la frontera.
Israel desplazó en septiembre el grueso de sus operaciones al norte e intensificó sus bombardeos en Líbano el 23 de septiembre. Una semana después emprendió operaciones terrestres contra Hezbolá.
Bombardeos israelíes en la ciudad de Nabatieh, en el sur de Líbano, causaron el miércoles al menos 16 muertos. El jueves hubo otro bombardeo cerca de la ciudad costera de Tiro, según imágenes de AFPTV, después de que Israel emitiera un llamado a evacuar la zona.
En Qana, no muy lejos, «más de 15 edificios quedaron completamente destruidos», declaró Mohamed Nasralá Ibrahim, un socorrista. «La destrucción es total», dijo.
El ejército israelí también ordenó la evacuación de una parte del valle de Becá, en el este del Líbano, un bastión de Hezbolá.
«Morir de sed o de hambre»
Hezbolá anunció el jueves que destruyó un tanque israelí cerca de la frontera con un «misil guiado», después de reportar la víspera «violentos combates» con tropas israelíes.
Al menos 1.373 personas han muerto en Líbano desde que Israel recrudeció su ofensiva contra Hezbolá, según un recuento de AFP basado en datos oficiales, pero el balance real puede ser más alto.
En Gaza, las fuerzas israelíes realizan desde hace una semana bombardeos y operaciones terrestres en el norte del territorio y en la zona de Jabaliya, donde afirman que Hamás intenta reagrupar sus fuerzas.
Un bombardeo israelí mató el jueves a al menos 14 personas refugiadas en una escuela de la localidad, indicaron los hospitales locales.
Además de las duras condiciones humanitarias y la devastación del territorio, la guerra ha impactado drásticamente en la economía. Casi toda la población de Gaza «vive en la pobreza», advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe.
«La gente está atrapada. Si no mueren por los bombardeos, pronto morirán de sed y hambre», declaró a AFP Nidal al Arab, de 40 años y que perdió a 10 miembros de su familia en los bombardeos.
Al menos 42.438 palestinos murieron, en su mayoría civiles, en la ofensiva de represalia israelí en Gaza después del ataque del 7 de octubre, según datos del Ministerio de Salud del territorio, considerados fiables por la ONU.
Cactus24 17-10-24
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