Los Yankees de Nueva York acababan de despachar a los Reales de Kansas City de la postemporada y avanzaron a la Serie de Campeonato de la Liga Americana con una victoria de 3-1 el jueves por la noche, y todos se reunieron en el montÃculo del Estadio Kauffman para conmemorar el momento, excepto una persona. Entonces comenzaron a corear su nombre.
«Ger-rit Co-le», repetÃan, con un aplauso, aplauso, aplauso, el mismo cántico con el que los fanáticos de los Yankees le habÃan dado una serenata inmediatamente después de la victoria. Y cuando Gerrit Cole , traÃdo a Nueva York especÃficamente para momentos como este, finalmente llegó, los Yankees estallaron en vÃtores y pudieron capturar adecuadamente las consecuencias de una serie que los hizo lucir más peligrosos que en años.
Cole sofocó a los Reales durante siete entradas, permitiendo una carrera en una victoria del Juego 4 que se parecÃa a su triunfo de la noche anterior: excelente pitcheo, fuerte defensa y suficiente bateo para avanzar a su 19° ALCS. El mejor equipo de la LA durante la temporada regular apenas tropezó en su serie divisional, robándose un par de juegos en Kansas City para asegurar su lugar en la ALCS, con el Juego 1 el lunes por la noche en el Yankee Stadium contra el ganador del Juego 5 de la ALDS entre Detroit y Cleveland el sábado.
«Jugamos un béisbol realmente bueno en esta serie», dijo el mánager de los Yankees, Aaron Boone.
En el cuarto juego, todo empezó con Cole, el lanzador derecho de 34 años que se perdió los primeros dos meses y medio de la temporada por problemas en el codo. Desde la primera entrada, cuando lanzaba rectas de 98 mph, hasta su último out, cuando Kyle Isbel de Kansas City envió una recta de 97 mph a la pista de advertencia, Cole evocó su yo de Cy Young. Sus compañeros de equipo lo habÃan visto después de su victoria 3-2 el dÃa anterior y predijeron una actuación clásica de Cole por su mirada.
«Es una mirada penetrante», dijo el receptor de los Yankees, José Treviño . «Y la tenÃa [el miércoles] por la noche, después del último out. Pensé: ‘He visto esos ojos antes, Ace. He visto esos ojos antes’. Quiero decir, él estaba listo».
Nueva York le dio a Cole una ventaja de 1-0 después de tres lanzamientos en el juego cuando Gleyber Torres conectó un doblete en el primer lanzamiento del abridor de los Reales Michael Wacha y Juan Soto lo impulsó con un sencillo dos lanzamientos más tarde. Torres impulsó la segunda carrera de los Yankees en la quinta entrada, con un sencillo al jardÃn derecho que permitió anotar a Alex Verdugo y expulsó a Wacha del juego.
Boone se mantuvo firme con Cole en el séptimo inning y estuvo a punto de arrepentirse. El batazo de Isbel al jardÃn derecho habrÃa sido un jonrón en 24 de los 30 estadios de las Grandes Ligas –«Mi corazón se paró en seco», dijo Boone después–, pero las grandes dimensiones de Kauffman salvaron a Cole, que permitió seis hits, no dio bases por bolas y ponchó a cuatro en 87 lanzamientos.
Le cedió el puesto a Clay Holmes , que lanzó un octavo inning sin anotaciones, y a Luke Weaver , el ex jugador de los Reales que salvó las tres victorias de la serie divisional para los Yankees. Celebraron en el campo y luego se retiraron al vestuario, donde rociaron champán y bebieron cerveza y se preguntaron si este podrÃa ser el equipo que rompiera la sequÃa de campeonatos de 14 años que, según dijo el bateador designado Giancarlo Stanton , impulsa a estos Yankees.
Cactus24 (11-10-2024)
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