Un nuevo informe sobre el cáncer cervicouterino en la región de las Américas presentado este jueves 26 de septiembre por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) insta a los países a implementar nuevas innovaciones en la prevención, la detección y el tratamiento del cáncer cervicouterino, para ayudar a cerrar las brechas y encaminarse hacia el logro de los objetivos de eliminación para 2030.
El cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más frecuente entre las mujeres de todo el mundo; afecta actualmente a más de 78.000 mujeres y causa 40.000 muertes al año en las Américas. El cáncer cervicouterino impacta de manera desproporcionada a las mujeres de los países de ingresos bajos y medios. La región de América Latina y el Caribe representa el 80% de todos los casos en las Américas y el 84% de las muertes, lo que la convierte en la segunda región con las tasas más altas de casos y muertes por cáncer cervicouterino en el mundo (después de África).
La causa principal del cáncer de cuello uterino es la infección persistente por tipos de alto riesgo del virus del papiloma humano (VPH). El cáncer de cuello uterino puede prevenirse mediante la vacunación contra el VPH en adolescentes, así como con la detección y el tratamiento de las mujeres con lesiones precancerosas.
En 2020, los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptaron la Estrategia para acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino como problema de salud pública. La estrategia establece tres objetivos para 2030: 90% de cobertura de vacunación contra el VPH en niñas antes de los 15 años, 70% de cobertura de detección en mujeres con pruebas de alto rendimiento a los 35 y 45 años, y 90% de tratamiento de lesiones precancerosas y manejo de casos de cáncer invasivo (conocidos como los objetivos 90-70-90).
Según el nuevo informe, que evalúa el progreso de los países hacia esta estrategia, aunque 32 de los 35 países de las Américas han introducido la vacuna contra el VPH en sus calendarios nacionales de inmunización, la cobertura varía ampliamente, desde menos del 10% hasta más del 80%.
Esto se debe a una serie de factores, como la reducción general de las tasas de vacunación infantil durante la pandemia de COVID-19, la reticencia a las vacunas, el alto costo de las vacunas contra el VPH, así como la falta de acceso a los servicios de vacunación, especialmente en zonas remotas, y la insuficiente vacunación en las escuelas.
Para abordar esto, la OPS recomienda la implementación de estrategias para aumentar la cobertura, como el cambio a un esquema de una sola dosis, que ahora tienen 21 de los 35 países, así como implementar campañas de comunicación para aumentar la conciencia y combatir la desinformación sobre la vacuna contra el VPH. Los países también deben fortalecer las estrategias de distribución de vacunas, garantizando esfuerzos de alcance para aquellas personas en áreas de difícil acceso, y trabajando junto con los ministerios de educación para fomentar la vacunación en las escuelas, asegurando al menos una dosis de la vacuna contra el VPH antes de los 15 años.
Para prevenir el cáncer cervicouterino o detectarlo de manera temprana, el informe también destaca la importancia de realizar pruebas de detección en mujeres y de la transición del uso tradicional de las pruebas de citología a la prueba del VPH, junto con el tratamiento adecuado de las mujeres con resultados anormales. Actualmente, sólo 6 países informan del uso de la prueba del VPH como prueba de detección primaria, pero el grado de implementación y la cobertura es variable.
La prueba del VPH tiene un beneficio adicional que permite a las mujeres tomarse ellas mismas la muestra a través de un hisopo vaginal, eliminando tanto las barreras culturales como las de acceso que impiden a muchas mujeres someterse a las pruebas.
“Si bien el aumento de la cobertura de vacunación contra el VPH es fundamental para eliminar el cáncer cervicouterino, los países de las Américas también deben redoblar urgentemente sus esfuerzos para pasar de las pruebas convencionales de Papanicolaou a las pruebas de detección del VPH, y mejorar el tratamiento del cáncer”, dijo el doctor Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS.
La Organización Panamericana de la Salud está apoyando activamente a los países de la región para fortalecer sus planes nacionales de eliminación del cáncer cervicouterino, basados en la vacunación contra el VPH, la realización de pruebas de detección del VPH y el tratamiento de las mujeres con lesiones precancerosas y cáncer. Del mismo modo, la OPS está ofreciendo apoyo técnico para mejorar los sistemas de información con el fin de supervisar y evaluar las acciones y los avances hacia la eliminación del cáncer cervicouterino como problema de salud pública.
Iniciativa de eliminación
El cáncer cervicouterino es una de las enfermedades abordadas en la Iniciativa de Eliminación de la OPS, cuyo objetivo es eliminar más de 30 enfermedades transmisibles y condiciones relacionadas para 2030.
CACTUS24 (27-09-24)
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