Un hombre de Columbia Británica (Canadá) obtuvo más de lo que esperaba cuando un oso entró a su garaje a principios de esta semana.
En un video publicado en Instagram, Alex Gold compartió imágenes de una cámara de seguridad en las que se ve a un oso negro cargando contra él y deteniéndose a solo centímetros de distancia mientras Gold comienza a aplaudir y hacer ruido.
Luego, el oso corre hacia él nuevamente mientras Gold retrocede, aplaudiendo y manteniendo su vista en el oso mientras un cachorro camina en el fondo.
«Me había topado con osos antes, pero nunca tan cerca como esta vez», escribió en el pie de foto del video , que indica que el lugar tuvo lugar en la región de Coquitlam, en el Lower Mainland de Columbia Británica. «¡Una experiencia inolvidable!».
CBC News se puso en contacto con Gold, quien dice en su pie de foto que el encuentro ocurrió el 18 de septiembre.
Su reacción está siendo analizada mientras el clip ha sido ampliamente compartido en Instagram y otros sitios de redes sociales, acumulando millones de visitas y miles de comentarios.
«Este hombre es canadiense. Está bien. Hizo lo que se supone que debe hacer», se lee en el comentario principal de la publicación original. «No le des la espalda. Haz ruido. No corras».
Otros sugieren que no habrían estado tan serenos en la misma situación.
«¡Me daría mucho miedo!», se lee en otro de los comentarios destacados, mientras otros se preguntan por qué Gold no huyó inmediatamente.
La calma es la clave, dice experto en osos
Pero Holly Reisner, codirectora ejecutiva de la North Shore Black Bear Society, dice que, por difícil que sea, mantener la calma y no moverse rápidamente es lo mejor que se puede hacer.
«Respira profundamente», dijo sobre lo que hay que hacer cuando se encuentra un oso negro. Después de eso, dijo, hay que empezar a hablar con el oso en un tono de voz calmado pero firme.
«Realmente no importa lo que digas o el idioma… los osos nos reconocen como humanos por el sonido de nuestra voz».
Hablar con el oso con calma, dijo, les ayuda a entender que no hay ninguna amenaza.
«Realmente no quieren desperdiciar energía corriendo o cargándose», dijo, explicando que especialmente en otoño, los osos están muy concentrados en comer lo más posible antes del invierno, lo que aumenta las probabilidades de que entren en espacios humanos en busca de comida.
CACTUS24 (25-09-24)
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