En un mensaje emitido este miércoles 18 de septiembre, la formación armada señaló que pese al ataque recibido comenzará con su apoyo a la «resistencia de Gaza y su pueblo» y seguirá defendiendo «el Líbano , su pueblo y su soberanía». El grupo agregó que la «masacre» del martes tendrá un «duro castigo» y «una rendición de cuentas específicas».
«Lo que ocurrió ayer nos llenará de voluntad e insistencia en seguir el camino de la resistencia y lucha y confiamos totalmente en la promesa divina con la victoria de los fieles combatientes pacientes», afirmó la formación en la nota. Hezbolá también expresó sus «más sinceras bendiciones y condolencias» a las familias de los asesinados y los heridos «en el ataque traidor».
Hezbolá y el Líbano acusan a Israel
Ya ayer por la noche, tanto Hezbolá como el Ministerio de Exteriores del Líbano atribuyeron individualmente a Israel la explosión masiva de los buscapersonas (un tipo de dispositivo que también se conoce como bíper o mensáfono). Y la consideraron una «agresión criminal que también tuvo como objetivo a civiles y que mató a varias personas».
«Esta escalada israelí grave y deliberada coincide con amenazas israelíes de ampliar la guerra hacia el Líbano y con su postura intransigente que llama a más derramamiento de sangre, destrucción y sabotaje», denunció el Gobierno libanés en una nota.
Irán habla de «acto terrorista y asesinato en masa»
Además de Hezbolá y el Líbano, también Irán culpa del ataque a Israel, que guarda silencio. Teherán demostró como «un acto terrorista y un asesinato en masa» el ataque, que dejó herido al embajador iraní en Líbano, Mojtaba Amani, quien según las versiones oficiales se encuentra en buen estado.
En un comunicado emitido a última hora de la noche, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani llamó a la comunidad internacional a actuar con rapidez para «hacer frente a la impunidad de las autoridades criminales sionistas» de Israel, su acérrimo enemigo.
Irán es uno de los principales aliados de Hezbolá, grupo al que ha apoyado financieramente y con armamento desde los años 80. Teherán, además, capitanea el llamado ‘Eje de la resistencia’, una alianza informal anti israelí formada, además de por Hezbolá, por los palestinos de Hamás y los hutíes del Yemen, entre otros.
Solo hay hipótesis sobre los bíperes
Mientras, el diario estadounidense The New York Times afirmó también que Israel colocó los explosivos en un lote de aparatos buscapersonas fabricados en Taiwán y vendidos al grupo chií.
Sobre las 15.30 del martes (12.30 GMT), millas de buscapersonas en manos de miembros de Hezbolá explotan simultáneamente en varios puntos del Líbano, principalmente en el sur del país y los suburbios meridionales de Beirut, controlados por la formación chií, causando la muerte a nueve personas y heridas a por lo menos 2.800.
Desde el ataque, que afectó también a miembros de la formación armada chií en Siria, han surgido numerosas hipótesis sobre su origen y ejecución. El analista militar y político independiente, Elijah J. Magnier, por ejemplo, apunta a una trampa explosiva dentro de los dispositivos, que «no se importan directamente al Líbano, sino que se detuvieron en un país cercano durante tres meses, donde Israel implantó el explosivo”.
En lo que sería una sofisticada infiltración en la cadena de suministro de esos aparatos, Israel habría colocado los explosivos en ese lote de dispositivos, en total alrededor de unos 3.000, según afirmaron varios medios norteamericanos, incluido The New York Times , siempre citando fuentes anónimas.
Baterías sobrerecalentadas y un supuesto mensaje falso
Dichos explosivos habrían sido implantados junto a la batería de cada uno de los mensáfonos, razón por la que hubo un sobrecalentamiento previo a la explosión, a lo que se agregó un mecanismo para detonarlos de forma remota.
Ese mecanismo habría sido un mensaje falso, que supuestamente provenía de la cúpula de Hezbolá, y que al pinchar activaba los explosivos. Antes de la detonación, de acuerdo a las fuentes, el dispositivo estaba programado para emitir un pitido durante varios segundos.
Varios expertos informáticos consultados por la agencia EFE respaldaron la teoría de que, para que se produzcan esas explosiones, los aparatos podrían haber sido manipulados en origen o destino, señalando que los fabricantes de los componentes de esos mensáfonos deberían responder por ello.
La pista del fabricante
La compañía taiwanesa Gold Apollo, a la que apuntó The New York Times como fabricante de los aparatos, ya la que Hezbolá los habría encargado, negoció en un comunicado haber fabricado el ‘buscapersonas’ AR-924, que habría sido empleado en las explosiones.
La empresa taiwanesa aseguró que el modelo fue «producido y vendido» por BAC, otra empresa con sede en Budapest, a la que «autorizamos a usar nuestra marca registrada».
El grupo chií usa entre sus miembros esta clase de dispositivos como medio de comunicación para evitar ser geolocalizados por Israel, que lleva a cabo asesinatos selectivos contra miembros de Hezbolá, entre otras organizaciones hostiles contra el Estado hebreo y presentes en el Líbano y Siria.
Los mensáfonos, bíperes o buscapersonas, que quedaron obsoletos con la llegada del teléfono móvil, son dispositivos inalámbricos de baja tecnología, con la capacidad de enviar y recibir mensajes cortos, empleando mensajes alfanuméricos y bidireccionales.
Cactus24 18-09-24
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