Para algunas personas, la edad sí importa, ya que suele estar asociada con prejuicios, deterioro, cansancio o enfermedad.
En este sentido, creen que a partir de los 40 años empiezan a hacerse «viejos». Y sí, aunque el cuerpo no es el mismo que cuando se tiene 20 años, estar a casi la mitad de la vida -considerando que el promedio de vida es a los 81 años- no significa empezar la vejez.
Es por esto que definirse a sí mismo como ‘viejo’ es bastante subjetivo: hay quienes toman en cuenta la jubilación como el indicador de que la vejez llegó, mientras que otros comienzan a tener afecciones de la salud que toman como síntoma de que terminaron sus años de juventud.
Lo que sí se sabe con certeza es que diversos estudios han demostrado que mantenerse longevos y “jóvenes” tiene mucho que ver con el estilo de vida, la alimentación sana y equilibrada y el ejercicio. Este sería el secreto para vivir la mayor cantidad de años posible en un buen estado.
En esta línea, los investigadores de la Universidad de Stanford —una de las mejores casas de estudio del mundo— realizó un estudio para determinar los cambios moleculares que tenemos los humanos en el cuerpo que tienen una incidencia en el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con ello que son “cruciales para aumentar la esperanza de vida”.
En el análisis participaron 108 personas entre 25 y 5 años. Los investigadores los siguieron por varios años para determinar cómo cambia el cuerpo mientras transicionan los jóvenes a adultos mayores: observaron cómo y cuánto cambia el metabolismo, la regulación inmunitaria y el desarrollo de enfermedades.
“La investigación exploró los cambios que ocurren en diferentes perfiles ómicos (distintos aspectos biológicos) durante el envejecimiento humano”, se lee en el estudio, publicado en la revista Nature. Es decir, investigaron las bacterias, virus y hongos que viven en el interior de nuestros cuerpos y en la piel.
En esta línea, los científicos pudieron dividir el proceso del envejecimiento humano en tres etapas:
La edad adulta (de 34 a 60 años).
La madurez tardía (de 60 a 78 años).
La vejez (desde los 78 años).
En esta línea, la vejez humana como tal sería a partir de los 78 años.
“Sorprendentemente, muchos marcadores moleculares y vías biológicas exhibieron un patrón no lineal a lo largo del proceso de envejecimiento, lo que proporcionó información valiosa sobre períodos de alteraciones dramáticas durante el envejecimiento humano”.
Aunque los científicos encontraron que los cambios en el cuerpo no son lineales en el envejecimiento, el estudio arrojó que sí habían cambios significativos en el cuerpo alrededor de los 40 y 60 años, señala el portal La Tercera.
Es decir, “no estamos cambiando gradualmente con el tiempo (el envejecimiento no es lineal), pero hay algunos cambios realmente dramáticos. Resulta que a mediados de los 40 es un momento de cambio dramático, al igual que a principios de los 60″, aseguró Michael Snyder, PhD, profesor de genética y autor principal del estudio.
Estos grandes cambios a los que se refiere el experto serían los que nos hacen llegar el ‘viejazo’, pues afectan directamente la salud.
CACTUS24 17-09-24
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