Estados Unidos está enviando mensajes claros a Irán: tendrá que contar no sólo con los recursos israelíes sino también con los estadounidenses si continúa adelante con su prometido ataque de represalia a gran escala contra Israel.
Irán lleva más de una semana amenazando a Israel con que «vengará» la sangre del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, asesinado en Teherán el 31 de julio.
El gobierno de Biden ha estado tratando de disuadir a Irán tras bastidores. Sin embargo, el viernes, las conversaciones fueron acompañadas de una actitud severa cuando surgieron informes de que Estados Unidos está dispuesto a proporcionar a Israel 3.500 millones de dólares para gastar en armas y equipo militar estadounidense, horas después de que el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijera que Estados Unidos estaba listo para defender a Israel con «muchos recursos» en la región.
«Cuando escuchamos una retórica como esa, debemos tomarla en serio, y lo hacemos», dijo en reacción a los comentarios del comandante adjunto de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI), quien había dicho que Irán consideraba que era su «deber» castigar severamente a Israel.
El ataque de represalia anterior de Irán contra Israel en abril fue anulado por los esfuerzos combinados de una coalición liderada por Estados Unidos que ayudó a interceptar misiles y drones lanzados desde territorio iraní. Esta vez, parece que la administración Biden se ha tomado la amenaza más en serio y no solo ha advertido a Irán de las «graves consecuencias», sino que también ha liberado los fondos que el Congreso había asignado desde abril.
Según un informe de CNN del viernes, el Departamento de Estado ha notificado a los legisladores que la administración quiere liberar el dinero para que Israel pueda comprar “sistemas de armas avanzados”, mientras Israel se prepara para un ataque de Irán y (probablemente) Hezbolá.
CACTUS24 10-08-24
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