Las tropas terrestres de Israel iniciaron una nueva incursión en Jan Yunis, una importante ciudad del sur de la Franja de Gaza que ayer, jueves, fue parcialmente abandonada por los civiles, luego de una orden de evacuación del Ejército de Israel, y donde los soldados realizan combates incluso bajo tierra para eliminar «objetivos terroristas», informó ese Ejército este viernes.
«Tras recibir información de inteligencia que indicaba la presencia de terroristas e infraestructura terrorista en el área de Jan Yunis (…) la 98 División de las Fuerzas de Defensa de Israel comenzó su actividad operativa en la zona», indicó un comunicado castrense.
«Las tropas están participando en combates tanto en la superficie como bajo tierra para eliminar a los terroristas en el área mientras localizan y desmantelan armamento e infraestructura», añadió.
Además, la Fuerza Aérea israelí bombardeó más de 30 objetivos en Jan Yunis, incluidas supuestas instalaciones de almacenamiento de armas y milicianos «que planearon y llevaron a cabo ataques con morteros y francotiradores contra las tropas», abundó el Ejército.
Según la agencia de noticias palestina Wafa, varios civiles murieron en un bombardeo contra una tienda de campaña que albergaba a personas desplazadas en la zona de Abasan al Kabira, al este de Jan Yunis.
La guerra en Gaza estalló el 7 de octubre del año pasado tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados.
Jan Yunis, bastión histórico de milicias palestinas en Gaza
Jan Yunis ha sido históricamente bastión de milicias palestinas en Gaza, y el jueves el Ejército israelí volvió a ordenar la evacuación de múltiples barrios: Al Salqa, Al Qarara, Bani Suhaila, Abasan, Khirbet Khuza’a, todos en el este y noreste de la ciudad.
Poco después de emitir las Fuerzas Armadas israelíes su orden de evacuación, los servicios de Defensa Civil gazatíes anunciaron haber recuperado cinco muertos entre los escombros de una vivienda en Al Qarara, tras un bombardeo de la aviación de Israel.
El 4 de agosto, Israel también ordenó la evacuación de barrios del sureste de la ciudad, tras una incursión a finales de julio que dejó unos 300 muertos.
Los habitantes de esta zona no tienen más remedio que desplazarse hacia la cada vez más estrecha «zona humanitaria» de Mawasi, que, de todas formas, ha sido blanco de bombardeos y donde cientos de miles de palestinos se hacinan en un enjambre de tiendas de campaña en condiciones humanitarias paupérrimas.
Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), unas 200.000 personas fueron evacuadas de Jan Yunis entre el 22 y el 27 de julio, durante la última incursión terrestre del Ejército israelí, que dejó gran parte de la localidad totalmente arrasada.
Ofensiva general en la Franja de Gaza
Por otro lado, el Ejército israelí continuó su ofensiva por aire, tierra y mar en todo el largo del enclave, donde atacó 60 objetivos.
El Ejército aseguró que, en Rafah, eliminó a «docenas» de supuestos milicianos con bombardeos, disparos de artillería y combates cuerpo a cuerpo, mientras que en el centro de la Franja los uniformados identificaron a milicianos que se dirigían a dispararles y fueron posteriormente eliminados.
Esto causó la muerte de al menos ocho civiles y dejó numerosos heridos durante la madrugada en Jabalia, en el norte gazatí; en los campos de refugiados de Nuseirat y Maghazi, en la zona central del enclave; así como en la sureña Rafah, según la agencia Wafa.
Algunas informaciones sobre la guerra en Gaza no pueden ser confirmadas de manera independiente.
Estados Unidos, Egipto y Catar, que fungen como mediadores de un cese el fuego, exigieron ayer a Israel y a Hamás que «reanuden las discusiones urgentes el jueves 15 de agosto en Doha o El Cairo para cerrar todas las brechas restantes y comenzar la implementación del acuerdo sin más demora».
Tras más de 10 meses de escalada, la ofensiva israelí ha dejado en la Franja de Gaza casi 40.000 muertos -la mayoría niños y mujeres-, más de 90.000 heridos, 10.000 desaparecidos bajo los escombros y 1,9 millones de desplazados que sobreviven en una crisis humanitaria sin precedentes por la destrucción generalizada, el colapso de los hospitales, los brotes de epidemias, la amenaza de la hambruna y la escasez de agua potable, alimentos y medicinas.
Cactus24 09-08-24
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