Miles de fieles participaron este viernes en Catar en el funeral del líder político del movimiento islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, asesinado en Irán en un ataque atribuido a Israel, que atiza el temor a una escalada del conflicto en Gaza.
Haniyeh, que residía en Doha, desempeñaba un papel clave en las negociaciones indirectas con Israel para alcanzar una tregua en la Franja de Gaza, gobernada por Hamás.
Irán afirmó que tiene el deber de “buscar venganza” y que la muerte de Haniyeh pone en duda la viabilidad de las negociaciones, tras casi 10 meses de guerra desencadenada por una letal incursión de comandos islamistas en el sur de Israel.
Cientos de personas oraron en la mezquita Imam Muhammad bin Abdul Wahhab, la más grande de Catar, situada en Doha, y miles lo hicieron desde fuera, en esterillas, bajo una temperatura de 44º C.
La ceremonia terminó con cánticos de indignación.
Haniyeh “era un símbolo, un líder de la resistencia (…), la gente está enojada”, declaró Taher Adel, un estudiante jordano de 25 años, que vive en Doha.
El ataúd de Haniyeh fue cubierto con una bandera palestina y será enterrado en un cementerio en Lusail, al norte de la ciudad.
Haniyeh y uno de sus guardaespaldas murieron la madrugada del miércoles en un ataque con explosivos en la residencia donde se alojaba en Teherán, informó la Guardia Revolucionaria de la República Islámica de Irán.
El dirigente, de 61 años, vivía en el exilio entre Catar y Turquía y se hallaba en Teherán para la investidura del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian.
The New York Times, citando a funcionarios de países de Medio Oriente Medio y de Estados Unidos, que hablaron bajo condición de anonimato, indicó que Haniyeh murió por la explosión de un artefacto introducido en la residencia. Tanto Hamás como Irán atribuyeron el ataque a Israel.
Israel había reivindicado unas horas antes un bombardeo en un suburbio de Beirut, la capital de Líbano, que mató a Fuad Shukr, el mando militar del movimiento chiita libanés Hezbolá, aliado de Hamás y respaldado por Irán.
El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, aseguró el jueves que el ataque en Líbano fue el único lanzado por su país en la noche del martes en Medio Oriente.
Las muertes de los dos dirigentes avivaron la tensión en una región donde la guerra en Gaza ya generó hostilidades entre Israel y movimientos armados afines a Irán en Siria, Líbano, Irak y Yemen.
“Líneas rojas”
El cuerpo de Haniyeh, fue trasladado a la mezquita antes del gran rezo del viernes, el día más importante en la tradición musulmana.
En torno al féretro, protegido por un importante cordón de seguridad, se congregar los fieles con pañuelos estampados con la bandera palestina, el estampado geométrico blanco y negro tradicional de la kufiya y el mensaje en inglés “Palestina libre”.
Turquía y Pakistán decretaron un día de luto y Hamás prometió un “día de furia”, con marchas después de la plegaria.
El vicepresidente primero de Irán, Mohamad Reza Aref, y el ministro turco de Relaciones Exteriores, Hakan Fidan, asistieron al funeral.
Una cita en Teherán reunió el miércoles a dirigentes iraníes y representantes de formaciones aliadas en la región, con el objetivo de acordar una posición conjunta, indicó una fuente cercana al Hezbolá libanés, que pidió el anonimato.
“Se mencionaron dos escenarios, una respuesta simultánea de Irán y sus aliados o una respuesta escalonada de cada parte”, añadió esta fuente.
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamanei, prometió el miércoles asestar un “duro castigo” a Israel y el jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, advirtió el jueves que el Estado hebreo había cruzado “líneas rojas” y apuntó que una respuesta era “inevitable”.
Los rebeldes hutíes de Yemen también consideraron que “debe haber una respuesta militar”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que su país estaba preparado “para cualquier escenario, tanto defensivo como ofensivo”.
Netanyahu prometió destruir a Hamás en represalia por su ataque del 7 de octubre contra el sur del país, que desencadenó la guerra en Gaza.
Los comandos islamistas mataron ese día a 1.197 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP en base a datos oficiales israelíes, y capturaron a 251.
El ejército israelí señala que 111 rehenes permanecen en Gaza, aunque 39 de ellos habrían muerto.
La ofensiva israelí contra Gaza ha dejado de momento 39.480 muertos, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en el territorio palestino.
Negociaciones en veremos
Catar ha acogido al brazo político de Hamás con la aprobación de Estados Unidos desde 2012 y la muerte de Haniyeh deja en suspenso las negociaciones con vistas a una tregua y a la liberación de los rehenes, mediadas por esos dos países y por Egipto.
“¿Cómo puede tener éxito una mediación cuando una parte asesina al negociador de la otra parte?”, se preguntó el primer ministro catarí, Mohammed bin Abdelrahman al Thani.
La comunidad internacional llamó a la moderación y reiteró su petición de un alto el fuego en Gaza.
Cactus24 02-08-24
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