La izquierda francesa protagonizó este domingo 7 de julio un gran vuelco electoral, al quedar a la cabeza de las legislativas, por delante del bloque macronista, y relegando a la favorita en las encuestas, la ultraderecha de Marine Le Pen, al tercer lugar.
El presidente francés, Emmanuel Macron, había conmocionado a Francia con el sorpresivo adelanto electoral, tras la victoria de la extrema derecha en los comicios europeos del 9 de junio, con el objetivo de pedir una «aclaración política» a los electores.
El resultado es ahora un reacomodo de los tres bloques surgidos de las elecciones de 2022 –izquierda, centroderecha y extrema derecha– pero con una nueva relación de fuerzas: la izquierda consiguió la primera mayoría, pero ninguno de los bloques alcanzó la mayoría absoluta de 289 diputados.
La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) obtuvo unos 190 escaños, seguida de la alianza de centroderecha Juntos de Macron (unos 160) y del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados (más de 140).
NFP: «Tendremos que comportarnos como adultos»
Los líderes del NFP ya aseguraron que están listos para «gobernar». «Vamos a gobernar», «la esperanza» generada por la coalición de izquierdas «no puede ser defraudada», aseguró la líder ecologista, Marine Tondelier.
«La gente está ansiosa por saber qué sucederá ahora. Yo les digo: ¡va a tardar un poquito y es normal! En esta complicada situación, reflexionaremos, en el Nuevo Frente Popular, sobre las mejores soluciones para Francia. Tanto en la forma como en el fondo», escribió Tondelier en X.
Emmanuel Macron debe «irse o nombrar a un primer ministro» del Nuevo Frente Popular, afirmó de forma más expeditiva Jean-Luc Mélenchon, el veterano líder de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), primer partido de la coalición.
«Tendremos un Primer Ministro del Nuevo Frente Popular. Podremos decidir muchas cosas por decreto. A nivel internacional, tendremos que aceptar reconocer el Estado de Palestina», escribió Mélenchon en X.
La izquierda francesa elegirá un candidato a primer ministro dentro de su victoriosa coalición electoral dentro de una semana, aseguró el líder del Partido Socialista, Olivier Faure.
«Los resultados de las legislativas [de] 2024 confieren una inmensa responsabilidad al Nuevo Frente Popular. Sólo queremos una cosa: que nuestro país se encuentre, se reúna. En este enfoque, nuestra brújula será la del programa [del] NFP», resumió Faure en X.
Pero para gobernar necesitarán una mayoría y, en el seno de esta coalición que abarca desde socialdemócratas a anticapitalistas, sus integrantes discrepan sobre la actitud a adoptar ante posibles alianzas parlamentarias.
«Tendremos que comportarnos como adultos», expresó Raphaël Glucksmann, símbolo del ala socialdemócrata del NFP, para quien «dialogar» es «un cambio de cultura política» en una Francia poco acostumbrada al parlamentarismo y frente a la actual realidad de una «Asamblea dividida».
Macron y Attal, a menos de tres semanas de París 2024
El partido de derecha Los Republicanos (LR), que logró mantener unos 60 diputados después que una parte pactara con la extrema derecha, ya aseguró que «no habrá ni coalición ni compromiso» por su parte.
Tras una tensa campaña, en la que Macron acusó a LFI de «antisemita» y «antiparlamentario», su alianza de centroderecha tiene difícil apoyar a un Gobierno que incluya a este partido o incluso llegar a acuerdos con él.
El programa del NFP también incluye varias líneas rojas para la alianza oficialista y para la derecha, como la derogación de la impopular reforma de las pensiones de 2023 y la aprobación de un impuesto a las grandes fortunas.
Edouard Philippe, exprimer ministro y aliado de Macron, llamó a las fuerzas políticas a «favorecer la creación de un acuerdo», pero sin RN ni LFI, ya que una «ausencia de mayoría y de Gobierno expondría a Francia» a «temibles peligros».
A la espera de un eventual acuerdo, el primer ministro, Gabriel Attal, quien debe presentar este lunes su dimisión, aseguró que está dispuesto a continuar «mientras el deber lo exija», a menos de tres semanas de los Juegos Olímpicos de París.
Pero el proceso podría llevar tiempo. Macron ya anunció que esperará a ver cómo se «estructura» la Asamblea Nacional, que se instalará el 18 de julio, para decidir a quién nombra como próximo primer ministro, según la presidencia.
Marine Le Pen: «Nuestra victoria sólo se ha aplazado»
Aislada y derrotada gracias al «frente republicano» que tejieron en la segunda vuelta la izquierda y la alianza oficialista, la ultraderecha podría convertirse en la principal fuerza de oposición durante la próxima legislatura.
«La marea sube. Esta vez no ha subido lo suficiente, pero sigue subiendo y, en consecuencia, nuestra victoria sólo se ha aplazado», advirtió la líder ultraderechista Marine Le Pen, que espera alcanzar la presidencia de Francia en 2027.
Cactus24 08-07-24
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