martes, noviembre 5, 2024
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Roberto Lücker, entre el sermón y ser la voz de los oprimidos

Roberto Lücker León, nació en Maracaibo, estado Zulia el 9 de diciembre de 1939 y murió este domingo 16 de junio de 2024.

Antes de ordenarse sacerdote en agosto de 1966, fue activista político; y director de La Columna, un periódico católico de Maracaibo,

Citas:

«Hay muchos que creen que los curas y obispos deben oler solo a incienso o espelma de las velas de la sacristía pero están muy equivocados. Yo tengo un compromiso grande con el pueblo y es el de ser la voz de aquellos oprimidos».

«Hacer política es trabajar por el bienestar común del pueblo y yo, que igualmente padezco las necesidades y siento el mismo malestar, tengo que denunciar las irregularidades o injusticias que se cometen porque sino la historia me lo va a reclamar: Que pudiendo hacer algo, no lo hice cuando pude».

Roberto se graduó de bachiller en Maracaibo en el Colegio Gonzaga con los padres Jesuitas.

Lückert León pensó en ser médico veterinario, pero fue sacerdote, su principal objetivo logrado el 14 de agosto de 1966 al ordenarse en la iglesia Catedral de Maracaibo.

«Yo nunca he sido un hombre de estar sentado o de escritorio. En parte debo hacerlo cuando toca ministrar, pero mi gran función, como dice el papa Francisco, es que los obispos y curas huelan a lana oveja y eso se logra al estar compenetrados con la gente».

En más de 50 años como religioso, ocupó el cargo de vicario ecónomo en sustitución de Parra León.

«Refundé junto con dos sacerdotes el seminario; organizamos el Centro Vocacional que dio origen al seminario mayor Santo Tomás de Aquino; fui capellán; párroco de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes; fundador de las parroquias San Juan Bautista, Caridad del Cobre; párroco de la Basílica y capellán del hospital Chiquinquirá creando con médicos la fundación Chiquinquirá para atender a los pobres».

«Cubrí todos los aspectos de la vida pastoral. A donde me mandaban iba con mucha alegría a trabajar y hacer parroquia, hasta que el Nuncio Apostólico me designó Obispo de Cabimas en abril de 1985, donde estuve ocho años.

«Desde el norte de la Costa Oriental del Lago que era el Distrito Miranda, hasta el sur, que era Sucre, lo visité, conocí y manoseé por lo que tuve bases para protestar públicamente ante los gobiernos centrales».

Coro fue el siguiente destino. Llegó el 23 de octubre de 1993 y llegó a ser el primer arzobispo de la Arquidiócesis, recibiendo el Palio Arzobispal en junio de 1999 entregado por Juan Pablo II.

Cactus24// 16-06-2024

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