Rebecca Joynes, una profesora que trabajaba en un colegio del Gran Manchester (Inglaterra), es la protagonista de un escandaloso caso por el que está siendo juzgada: la mujer de 30 años está acusada de mantener actividad sexual con dos alumnos, uno de 15 y otro de 16 años, identificados como adolescente A y adolescente B, respectivamente.
Según reporta la prensa británica, la investigación contra Joynes se inició luego de que en el colegio surgieran rumores de una presunta actividad sexual con el adolescente A.
Mientras la policía realizaba las indagatorias, la mujer fue suspendida de su trabajo y puesta en libertad bajo fianza con la condición de que no tuviera contacto sin supervisión con nadie menor de 18 años.
Sin embargo, no lo cumplió, puesto que mantuvo comunicación con el adolescente B de quien supuestamente quedó embarazada.
Según Joe Allaman, el fiscal a cargo del caso, la mujer mantenía «una relación sexual de bastante largo plazo» con el adolescente B, según reportó The Mirror.
«Cuando él cumplió 16 años entablaron una relación sexual plena de la cual ella terminó embarazada, para su gran sorpresa porque ella le había dicho que no podía quedar embarazada porque tenía síndrome de ovario poliquístico», sumó.
«De manera sorprendente y, con toda honestidad, bastante descarada, todo esto estaba sucediendo mientras la señora Joynes estaba en libertad bajo fianza ante este tribunal. Por supuesto, ella no puede negar esa relación sexual porque quedó embarazada del adolescente B y tuvo el hijo», manifestó.
Quién es Rebecca Joynes y cómo es su caso
En una entrevista que fue previamente grabada por la policía, el adolescente contó que la docente le dio 10 dígitos de su número telefónico y lo retó a que adivinara el último, destaca el medio.
En cuanto lo logró, ambos comenzaron a intercambiar frecuentemente mensajes por la red social Snapchat.
En ese momento, el adolescente le mintió a su madre para verse con Joynes, quien lo llevó en su coche a un centro comercial en donde le compró un cinturón Gucci de unos 440 dólares antes de ir a la casa en la que ella vivía sola. Allí pasaron la noche.
Si bien ella niega todo, los investigadores encontraron semen del alumno en su cama.
Tras aquel episodio, se extendieron los rumores en el colegio en el que ella trabajaba y él estudiaba, y la policía inició una investigación contra la maestra, que fue suspendida.
Rebecca Joynes pagó su fianza y quedó en libertad pero, por orden judicial, tenía prohibido acercarse a menores de 18 años.
Una medida que transgredió por completo en tanto pronto se supo que entabló una relación amorosa con otro adolescente (B, de 16 años) de quien quedó embarazada.
Según Joe Allman, fiscal de la causa, como con la primera víctima, este niño también fue a la casa de la maestra.
Cactus24 (16-05-2024)
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