En un pequeño pueblo de los Andes colombianos llamado San Bernardo, los cuerpos enterrados sufren un proceso de momificación espontánea y hay varias conjeturas que intentan explicar este fenómeno, recogió la semana pasada AFP. Desde mediados del siglo pasado, se han encontrado decenas de cuerpos misteriosamente momificados en las bóvedas del nuevo cementerio de esta localidad, ubicada a unos 100 kilómetros al sur de Bogotá.
Muchos de los cuerpos que se entierran en el cementerio se mantienen en un perfecto estado de conservación durante años. Los cadáveres momificados conservan la ropa, la piel, el pelo e incluso las flores con las que los enterraron. Todo se mantiene asombrosamente casi intacto. Según los expertos, «se trata de un rarísimo proceso de momificación natural al que no se le ha encontrado aún una explicación científica».
Rocío Vergara, guía del museo municipal que exhibe los cuerpos de 13 lugareños momificados, comentó a AFP que, al principio, «la gente estaba un poco incrédula con lo que estaba pasando, pensaban que iban a ser hechos aislados». Sin embargo, explicó que, al pasar el tiempo, «fue cada vez más frecuente encontrar cadáveres en estas condiciones».
La momificación espontánea en San Bernardo ha estado en la mira de numerosos expertos que intentan explicar el fenómeno, pero nunca han determinado la causa, afirmó Vergara. Ella también ha indicado que este fenómeno no es exclusivo de Colombia, pues se ha observado en países como México e Italia.
Las hipótesis
Más allá de las historias populares elaboradas por los lugareños, que relacionan este fenómeno a un premio o un castigo divino, predomina el razonamiento de que la dieta saludable de los residentes y el estilo de vida agrícola activo son los responsables de esta situación. Sin embargo, el caso de la momia de un sujeto que pasó la mayor parte de su vida en Bogotá y solo después de muerto fue enterrado en San Bernardo, pone en duda esta hipótesis.
Según AFP, las momificaciones no siguen un patrón claro, pues los involucrados tenían diferentes edades cuando murieron y no predomina ningún género o tipo de cuerpo en particular. Tampoco hay un sector particular del cementerio que produzca más momias que otro, señaló Vergara. El clima en la zona es húmedo, lo que normalmente favorecería la descomposición, no la obstaculizaría, añadió.
Muchos creen que la respuesta al fenómeno está precisamente en la peculiaridad de las criptas funerarias del nuevo cementerio de San Bernardo, que no tiene tumbas subterráneas. El hecho de que las primeras momias fueran encontradas solo después de la inauguración de este cementerio, con esta disposición particular de sus criptas, le ha dado peso a este enfoque.
La antropóloga Daniela Betancourt, de la Universidad Nacional de Colombia, explicó que el fenómeno podría deberse a la ubicación del cementerio en una empinada ladera de montaña. Según ella, el «viento sopla constantemente porque hace calor. Se puede suponer que las bóvedas funcionan como un horno… te deshidratan». No obstante, alertó que esta suposición aún debe ser probada. «Han faltado estudios sobre lo que está sucediendo y qué condiciones específicas son las que provocan que las personas se momifiquen», concluyó.