Un hombre de 40 años se sometió a una operación de alargamiento de pene pero el resultado no sólo no fue el esperado sino que le generó un perjuicio terrible, del que, según aseguró, no logra recuperarse ni física ni emocionalmente.
Es que el hombre, oriundo de la Toscana, en Italia, no obtuvo un miembro más grande, como deseaba, en cambio de eso, quedó con “impotencia y disfunción eréctil”, producto del procedimiento que le realizaron en una clínica privada local, de acuerdo a la denuncia que presentó en la Justicia.
Ahora, el hombre, cuya identidad se mantiene en secreto para resguardarlo de eventuales estigmatizaciones, obtuvo un indemnización dictada por la Justicia de apenas poco más de 165 mil dólares, que luego de una apelación descendió a alrededor de 110 mil.
Según describe el periódico italiano La Repubblica, el hombre vivió un auténtico calvario luego de la fallida operación para alargarse el pene, que incluyó someterse a otras 12 intervenciones quirúrgicas.
Los hechos
Según detalló en su declaración, el hombre acudió a un cirujano estético para el procedimiento de agrandamiento del pene, al que le pagó 5.000 euros (alrededor de 5.400 dólares).
Sin embargo, después de aproximadamente un mes volvió a acudir al médico porque, aseguró, malestar físico era intenso y constante. «Ni siquiera cuando dormía se apaciguaba el dolor. Fue una verdadera tortura», declaró.
Ese momento, determinó, fue el comienzo de una dolorosa odisea en la que el paciente se sometió a un total de 12 procedimientos en un intento de arreglar la fallida cirugía inicial.
De acuerdo a los documentos judiciales obtenidos por los medios de comunicación italianos, el hombre se sometió a dos operaciones de lipofilling, en las que se transfirió grasa de varias partes de su cuerpo a su pene para ajustar su forma.
Pero, desafortunadamente, no tuvieron el efecto deseado, ya que los genitales del hombre no mantuvieron la forma y el volumen esperados.
El hombre, entonces, se sometió a varios otros procedimientos para reparar el daño en sus genitales, pero que sólo empeoraron las cosas.
Es que según los expertos que estudiaron el caso y declararon durante el juicio, en algunos de estos procedimientos se utilizó silicona prohibida desde 1993.
Así, luego de todas las operaciones a las que se sometió, dejaron su pene deformado e incapaz de ser utilizado en un acto sexual.
Entonces, le pidieron al hombre que pasara por el quirófano una vez más, pero ya agotado en «todo sentido», el hombre se negó y allí fue que decidió demandar al médico y a las instalaciones médicas donde se realizaron los procedimientos.
La Justicia le ordenó al médico pagar el 60 por ciento de la indemnización, mientras que las clínicas tuvieron que pagar el 40 por ciento restante, la mitad cada una./El Clarín.
Cactus24 (12-04-2024)
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