La ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, dijo que es un «insulto» que Venezuela niegue la existencia de la banda criminal Tren de Aragua y diga que es una invención de los medios internacionales.
«Es un insulto, no al Gobierno de Chile sino al pueblo de Chile y a los pueblos de Latinoamérica. Inaceptable», indicó Tohá en declaraciones a la prensa. La ministra lamentó además que Venezuala «dice ser un país bolivariano» mientras «Chile, Perú, Ecuador, Colombia y otros pueblos latinoamericanos sufren fuertemente el flagelo de esta banda criminal».
«Personas han perdido sus familiares, han perdido la tranquilidad de sus barrios, han perdido sus negocios por eso», agregó. El canciller venezolano, Yvan Gil, aseguró el lunes en un encuentro en Cúcuta (Colombia) con su homólogo colombiano, Luis Gilberto Murillo, que «el Tren de Aragua es una ficción creada por la mediática internacional para tratar de crear una etiqueta inexistente, como lo hicieron en su momento con el Cartel de los Soles».
«Hemos visto, por ejemplo, cómo ridículamente aparecen videos incluso de gente que dice ‘somos del Tren de Aragua’, con acento peruano, con acento chileno», añadió. El Tren de Aragua es una organización criminal transnacional originaria de Venezuela, considerada la banda más poderosa del país y dedicada a ejecutar asesinatos, extorsiones, secuestros, tráfico y trata de personas, entre otros delitos.
Desde 2018, el grupo se expandió rápidamente por el continente americano a lo largo de la ruta que recorren los migrantes venezolanos y se sabe que opera en ciudades de Colombia, Perú, Chile y otros países. Chile vive desde hace unos años un aumento de la delincuencia, que ha llevado a la tasa de homicidios a crecer desde los 4,5 por cada 100.000 habitantes en 2018 a los 6,7 en 2022, y que se atribuye en gran medida a la llegada de bandas como el Tren de Aragua.
El Tren de Aragua, una organización criminal que amenaza el continente
El Tren de Aragua es la estructura criminal más poderosa de Venezuela y el único grupo local que ha logrado afianzarse en muchos países de todo el continente, sobre todo en Colombia, Perú y Chile. Dejó de ser una pandilla carcelaria confinada al estado de Aragua para convertirse en una amenaza de naturaleza transnacional con un amplio portafolio criminal.
Su prosperidad criminal responde en parte a largos periodos de impunidad fomentados por el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Además, ha aumentado su poder y presencia territorial por medio de alianzas y cooptando pequeñas bandas locales en territorios clave de Venezuela y distintas células en otros países sudamericanos.
Esta expansión trasnacional se produjo a expensas del masivo éxodo venezolano. Desde la prisión de Tocorón, en Aragua, la pandilla supervisaba y se beneficiaba de células establecidas en al menos otros tres países suramericanos.
Cactus24 09-04-24
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