Israel anunció el viernes que permitirá el acceso de ayuda por un paso fronterizo en el norte de Gaza después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condicionara su apoyo a medidas para proteger a los civiles palestinos.
En una llamada telefónica, Biden urgió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a alcanzar un “alto el fuego” con Hamás y le instó a aplicar “medidas específicas, concretas y mensurables para abordar los daños a civiles, el sufrimiento humanitario y la seguridad de los cooperantes”.
“La política estadounidense con respecto a Gaza estará determinada por la evaluación” de la acción inmediata de Israel sobre estos pasos, advirtió.
Es la primera vez que Biden plantea la posibilidad de condicionar el apoyo a Israel, después del inicio de la ofensiva militar lanzada contra Gaza en respuesta al ataque del movimiento islamista palestino contra su territorio el 7 de octubre.
En la madrugada del viernes, la oficina del primer ministro israelí anunció que permitirá la entrega “temporal” de ayuda a través del paso de Erez, en la frontera norte de Gaza.
La situación humanitaria es especialmente crítica en el norte de la Franja, donde apenas llega ayuda humanitaria y la población se encuentra amenazada de una hambruna inminente según la ONU.
El gobierno israelí también habilitará el puerto de Asdod, a unos 35 km por carretera de Gaza, para la recepción de ayuda y autorizará un aumento de las entregas desde Jordania a la Franja, agregó.
Estas “medidas inmediatas” pretenden “evitar una crisis humanitaria” y “garantizar la continuación de los combates”, declaró en un comunicado.
La Casa Blanca dijo que estas medidas “deben concretarse rápida y plenamente”, según la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson.
“Indignación”
La conversación entre Biden y Netanyahu se produce después de la muerte el lunes de siete cooperantes de la oenegé estadounidense World Central Kitchen, del chef José Andrés, en un bombardeo israelí en Gaza.
Una de las víctimas era el estadounidense-canadiense Jacob Flickinger que, según contó su padre a CBS News, dudó en unirse a la misión porque tenía un hijo de 18 meses.
“Pero sintió la necesidad y, por supuesto, tenía que mantener a su familia”, dijo John Flickinger.
La tragedia llevó a la oenegé a suspender sus operaciones en Gaza. Lo mismo anunció el jueves la organización española Open Arms, que había colaborado con WCK en el primer envío de un barco con ayuda humanitaria este mes.
El ataque, reconocido como un “grave error” por Israel, aumentó la presión sobre el presidente estadounidense para reconsiderar los miles de millones de ayuda militar al Estado hebreo.
Su portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, aseguró que el apoyo de Washington al derecho de defensa de Israel es “férreo”, pero pidió medidas concretas “en las próximas horas y días” para proteger a los civiles y los cooperantes.
El conflicto estalló tras el ataque sin precedentes de Hamás en suelo israelí, en el que murieron 1.170 personas, en su mayoría civiles, según un nuevo recuento de AFP a partir de datos oficiales.
Los combatientes islamistas capturaron también a más de 250 personas, de las cuales 130 siguen retenidas en Gaza, incluido 34 que habrían fallecido, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel lanzó una implacable ofensiva aérea y terrestre en Gaza, que ya dejó 33.037 palestinos muertos, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás desde 2007.
Netanyahu prometió “aniquilar” Hamás y asegura que es necesario lanzar una ofensiva contra Rafah, en el extremo sur del territorio, donde se hacinan cerca de 1,5 millones de palestinos.
Según el primer ministro, esta ciudad en la frontera con Egipto es el último “bastión” del grupo, considerado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel.
“Menos que una lata de frijoles”
El ejército anunció el jueves la suspensión temporal de los permisos para sus tropas y la decisión de “aumentar los efectivos y reclutar soldados de reserva”.
Esta medida coincide con un momento de máxima tensión con Irán, su archienemigo en la región, que acusa a Israel de un bombardeo mortal el lunes contra su consulado de Damasco.
Aunque no reconoció la autoría, Netanyahu aseguró el jueves que “Israel actúa contra Irán y sus aliados, defensiva y ofensivamente”.
En Gaza, las tropas israelíes continuaron sus operaciones en el centro de la Franja y en la ciudad de Jan Yunis, en el sur.
La situación humanitaria es crítica, especialmente en el norte, donde un vecino de Ciudad de Gaza aseguraba que había escasez de “harina, verduras, carnes y otros productos esenciales”.
La Media Luna Roja palestina refirió que “31 niños de Gaza han muerto de hambre y deshidratación”.
Según un estudio de la oenegé Oxfam, la población del norte de la Franja sobrevive con 245 calorías por día, o sea “menos que una lata de frijoles”, lo que representa “menos de 12% de las necesidades calóricas diarias de media”.
Cactus24 05-04-24
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