Una joven indefensa de 13 años fue arrastrada a un baño público por un grupo de inmigrantes egipcios en Catania, en la isla italiana de Sicilia, la semana pasada para ser abusada sexualmente.
Dos de los inmigrantes, ambos menores de edad, la violaron brutalmente durante media hora, mientras que el resto de la pandilla supuestamente inmovilizó a su desesperado novio y lo obligó a observar cómo se desarrollaba el horror.
Los siete sospechosos llegaron a Italia como inmigrantes ilegales en barco, pero se les concedió la residencia temporal ya que la ley italiana no permite la expulsión de menores.
La noticia del atroz ataque provocó furia inmediata: el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, pidió que los perpetradores fueran castrados químicamente y la primera ministra Giorgia Meloni prometió que «se hará justicia».
Desde entonces, la pandilla en cuestión ha sido encarcelada después de que las pruebas de ADN confirmaron que al menos un menor había abusado sexualmente de la niña, y sólo porque el mayor del grupo estaba tan perturbado por las acciones de sus subordinados que confesó a las autoridades.
Pero el horrendo incidente también ha provocado una nueva disputa sobre la política de inmigración en Italia, que experimentó un aumento del 50% en los desembarcos de inmigrantes ilegales el año pasado en comparación con 2022, según el Ministerio del Interior.
Cactus24//06-02-2024
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