La Comisaría policial N° 45° de Guaymallén, Argentina, recibió una llamada de emergencia que alertaba sobre un perturbador olor proveniente de la casa de un hombre identificado como Carlos Tonini, de 65 años. Los agentes encontraron que el sujeto había sido devorado por 17 perros que vivían con él.
La denuncia fue realizada por una vecina preocupada por los «olores fuertes y nauseabundos» que se percibían desde la vivienda de Carlos Tonini, quien no había sido visto en varios días. Al llegar al lugar, agentes de la Policía Federal Argentina confirmaron el desagradable olor y decidieron ingresar para investigar.
Lo que descubrieron dentro dejó a todos atónitos: 17 perros merodeaban por la vivienda, y sobre el suelo yacían dos huesos de aproximadamente 20 centímetros cada uno. Un pantalón en el suelo completaba la escena, revelando un hueso de mayor tamaño. La primera hipótesis apuntaba a que los caninos podrían haber devorado el cuerpo de Carlos Tonini.
Durante la investigación, se entrevistó a la hija del fallecido, Susana Elizabeth Videla Tonini. Sorprendentemente, reveló que no mantenía contacto con su padre desde hace dos años debido a sus actitudes enfadadas y la negativa a cualquier tipo de comunicación. Este distanciamiento complicaba aún más la situación.
Ausencia de violencia
Cabe destacar que la vivienda de Carlos Tonini mostraba un evidente estado de precariedad, y no se encontraron signos de violencia en el lugar. Este detalle arroja interrogantes sobre las circunstancias que llevaron a esta macabra situación.
CACTUS24 18-12-23
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