Abiertamente a principios de noviembre, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, atribuyó al arribo de miles de venezolanas, que en ‘La Rooselvelt’, una avenida ubicada en el condado de Queens, haya un repunte de trabajadoras sexuales.
Lo cierto es que los vecinos de este sector, en un comunicado dicen que «no juzgan lo que alguien haga para sobrevivir, pero ellas no respetan ni siquiera a los menores de edad. Le ofrecen sus servicios cuando salen de las escuelas», dijeron.
Esta zona de la Gran Manzana, conocida por tener algunas áreas de tolerancia para el comercio sexual, ahora se convirtió en un «burdel completo, al aire libre», denunciaron esta semana asociaciones de vecinos y de comerciantes.
En entrevista con El Diario de NY, una joven caraqueña de 24 años, contó que antes de ir a Estados Unidos, ejercía la prostitución en Trinidad y Tobago.
«Es cierto que gran parte de los nuevas son venezolanas. Tengo compañeras que incluso son profesionales, pero es duro llegar aqui para esto. Pero para arrancar no nos queda otra opción. Yo quiero estudiar» , destacó.
Organizaciones comunitarias interpretan que detrás del nuevo flujo migratorio y la oleada de prostitución en NY, existe un doloroso esquema de tráfico humano. En sus análisis, no se trata de un trabajo sexual voluntario, sino impulsado por redes internacionales.
«Los coyotes me convirtieron en esclava sexual antes de pasarme para acá. Le digo a todas las mujeres que tengan cuidado. Tras el sueño americano, puedes terminar esclavizada», reconoció.
Por lo menos 80,000 venezolanos han llegado a la ciudad de los rascacielos solicitando albergue desde mayo de 2022.
Cactus24 (11-12-2023)