La socialité Paris Hilton ha vuelto a rememorar la experiencia más traumática de su vida: su estancia en el internado juvenil Provo Canyon, en el estado de Utah, cuando era adolescente. En ese lugar, la empresaria fue víctima de numerosos episodios de «abusos físicos, verbales y psicológicos», los cuales denunció públicamente hace ya tres años para promover cambios significativos en la normativa que regula tales centros.
En su última entrevista al diario británico Daily Telegraph, la estrella televisiva ha revelado que, hasta que se animó a dar un paso al frente para dar a conocer su historia, no dejaba de sufrir pesadillas recurrentes sobre lo ocurrido. Durante dos décadas, a Paris le aterraba la mera idea de quedarse dormida y revivir en sueños semejante suplicio.
«Ojalá hubiera podido grabar esos sueños y mostraros cómo eran. Fue terrorífico, pero ahora me siento agradecida de estar en la senda de la curación, de no tener que sufrirlos cada noche», ha admitido la también empresaria, madre de los pequeños Phoenix y London, esta última nacida hace escasos días como consecuencia de un proceso de gestación subrogada.
El principal objetivo que se ha marcado Hilton en su ilusionante etapa como madre pasa precisamente por evitar que sus retoños, o cualquier niño o niña en el mundo, tenga que atravesar el calvario que vivió ella. «Ahora que puedo soñar con la magia de la niñez, y con las personas que [mis hijos] serán en el futuro, recuerdo constantemente la niñez que me arrebataron a mí. No quiero que ellos, y ningún otro niño, tengan que pasar por lo mismo», ha afirmado la esposa del empresario Carter Reum.
