Una niña de seis años y su padre fueron baleados por un sujeto en el condado de Gaston, Carolina del Sur, Estados Unidos, porque la pequeña ingresó al patio del agresor para buscar una pelota.
De acuerdo con información de los testigos, la niña jugaba baloncesto con un grupo de amigos en una de las tantas casas del vecindario, cuando la pelota rebotó y cayó accidentalmente en el patio de un vecino.
La niña Kinsley White se acercó a la casa contigua para recuperar su balón y fue recibida a los gritos por Robert Singletary, un hombre afroamericano de 24 años.
El padre de la menor, William White, increpó al sujeto por el maltrato hacia la pequeña y, sin mediar palabra, el sospechoso buscó su arma de fuego y disparó contra White y el grupo de niños, hiriendo a Kinsley en su rostro y a su padre en la espalda.
Desde el momento que empezó el ataque, los niños corrieron por el vecindario tratando de resguardarse de las balas, perseguidos por un hombre que disparaba sin control a cuanta cosa se interpusiera en su camino.
El momento causó pánico entre los vecinos, quienes denunciaron que el hombre se había mudado recientemente al barrio y que ya había sido protagonista de varios encontronazos con otros chicos que pisaban su jardín.
La madre de Kinsley, Ashley Hilderbrand, le aseguró a la cadena de noticias CNN que los médicos lograron extraer varios fragmentos de bala de la mejilla de su hija, mientras que su codo también fue rozado por un proyectil.
“Miró a mi esposo y a mi hija y les dijo: Los voy a matar”, dijo Hilderbrand en su relato.
Prontuario del atacante
Robert Singletary estaba solicitado por las autoridades por cuatro cargos de intento de asesinato en primer grado, dos cargos de agresión con arma mortal con intención de matar infligiendo lesiones graves y un cargo de ser un delincuente en posesión de un arma de fuego.
En diciembre del año pasado quedó en libertad bajo fianza por secuestrar a su novia durante dos horas y agredirla con un martillo./Infobae.
Cactus24 (06-11-2023)