Lisa Marie Presley, la hija del inolvidable rey del rock, falleció en enero a los 54 años por causas naturales, pero en realidad había perdido las ganas de vivir mucho antes, cuando su hijo Benjamin Keough se suicidó en 2020.
«Fue insoportable», resume su madre Priscilla. «Perdí a mi propia madre, a mi nieto y a mi hija. Perder a Ben fue lo más duro para ella, él se quitó la vida, y era su gran amor. Le adoraba, habría hecho cualquier cosa por él», desvela en un avance de su próxima entrevista con Piers Morgan en TalkTV, que se emitirá hoy jueves.
Priscilla tiene grabada a fuego en la memoria una conversación que mantuvieron en Memphis pocos meses antes de la muerte de Lisa Marie, durante la que su hija le confesó que no quería seguir en este mundo. Aquello resultó muy duro de escuchar, pero lo achacó a que todavía estaba procesando la pérdida de Ben.
Sin embargo, en enero supo que algo no iba bien cuando asistieron a una fiesta de los Globos de Oro en honor de Austin Butler, por su interpretación de Elvis en la película de Baz Luhrmann. La noche había empezado con buen pie, irónicamente porque Priscilla se tropezó en la entrada debido a sus altos tacones y a las dos les hizo tanta gracia que no podía parar de reír. Pero Lisa Marie apenas tuvo tiempo de sentarse y pedir una bebida antes de empezar a experimentar un fuerte dolor de estómago que le obligó a marcharse a casa.
48 horas más tarde había fallecido a causa de un fallo cardíaco provocado por una pequeña obstrucción intestinal que había sufrido a raíz de una cirugía previa para perder peso. «Aún no consigo creer que ha pasado, es algo que no le deseo a ninguna madre», aseguraba Priscilla en agosto.
Cactus24 (03/11/2023).