Si Marvel pasa por una etapa difícil para convencer a sus fans de que deben quedarse y superar el hartazgo por los superhéroes, DC presenta una crisis todavía más angustiante para sus seguidores.
En teoría, James Gunn y Peter Safran pondrán orden a las cosas con un nuevo universo cinematográfico, pero como todavía no hay nada palpable todo lo que suceda hasta entonces se considera resultado del caos dentro de la compañía. Esto significa que el público es bombardeado constantemente con noticias sobre producciones complicadas, algo que ya se dijo sobre Aquaman y El Reino Perdido para frustración de James Wan.
En este punto, las filmaciones comenzaron a ser afectadas por cada nuevo ejecutivo que llegaba con alguna idea para renovar o «salvar» este universo cinematográfico.
Cuando se confirmó que Gunn presentaría un nuevo DCU a partir de Superman: Legacy, muchos se preguntaron qué significaba eso para estrenos como The Flash, Blue Beetle y Aquaman y el Reino Perdido, pues ya no pertenecían a ningún canon establecido.
En vez de confirmar que ya no serían parte de la marca, la compañía trató de convencer a los espectadores de que todo era posible y que algunos elementos de estas películas podrían ser relevantes en un futuro. Esto no engañó a la mayoría de los seguidores, pero sí provocó muchas filtraciones, rumores y chismes sobre cómo estas producciones habían tenido que hacer largos y tediosos reshoots para encajar en el DCU del director de El escuadrón suicida.
De todos estos estrenos, la secuela de Aquaman es la que más sufrió las consecuencias de este caos, pues además de que el publico ya estaba bastante decepcionado por las ofertas anteriores, se dijo en varias ocasiones que la historia era muy mala y que ni Momoa estaba interesado en hacerle promoción, algo que pocos pusieron en duda. Además, Warner Bros. no hizo ningún esfuerzo por publicitarla, lo que parecía confirmar el desastre en todos sentidos.
A pocas semanas de su estreno, parece que el único aliado con el que cuenta la película es el propio James Wan, quien ha compartido en varias entrevistas cómo trabajó la secuela, las referencias que usó y la realidad sobre la filmación y los reshoots.
Wan confirma que sí se filmaron reshoots, como suele suceder con películas de este tipo, pero no fueron tantos días como habían asegurado varios insiders.
A pesar de todos los conflictos de la compañía y el poco interés que parecen presentar los fans, Wan está emocionado por el estreno de la cinta, pues la historia es una que desea contar desde hace tiempo y asegura que Warner Bros. le dio toda la libertad posible para trabajar la secuela a su gusto.
Es por eso que el director dice que sí volvería para una tercera entrega si es que le ofrecen esa posibilidad, aunque admite que no tiene idea de cuáles son los planes de Gunn para el personaje.
Cactus24 (25-10-2023)
