Este 12 de octubre se confirmó el fallecimiento de Luis Alfredo Garavito, el mayor infanticida en la historia de Colombia, mientras pagaba una condena en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar por el asesinato y abuso sexual de al menos 172 niños en ese país.
Su deceso se registró a la altura de la 1:00 p. m. en la Clínica Nueva Santo Tomás del Caribe de Valledupar, en la que permanecía internado por múltiples afectaciones de salud.
Garavito, a quien se conocía como ‘La Bestia’ o el ‘Monstruo de Génova’, fue capturado el 22 de abril de 1999 y condenado a 1.853 años por los delitos de acto sexual violento, homicidio, acceso carnal violento y secuestro simple. Sin embargo, recibió tan solo 40 años de cárcel, por ser la pena máxima contemplada en la ley colombiana.
Luis Alfredo Garavito fue uno de los peores criminales en la historia de Colombia. Ante la justicia, el 25 de noviembre de 1999, aceptó su responsabilidad en el asesinato de 140 menores, así como de algunas personas adultas en zonas de Colombia, Ecuador y Venezuela.
Nació en 1957 en Génova, Quindío. Según las versiones de su infancia, fue víctima de maltratos constantes por parte de su padre, un hombre con supuestos problemas con el alcohol.
En el especial periodístico ‘En las manos de Dios’, transmitido por el Canal RCN en junio del 2006, contó que a los 13 años fue abusado sexualmente por un amigo de su familia; un hombre religioso que se aprovechó de él. Además, narró que fue víctima de tortura y agresiones físicas.
Allí confesó que había hecho un supuesto «pacto con el diablo» y que después de eso, en octubre de 1992 cuando se encontraba en la ciudad de Cali, una voz le había indicado dirigirse a Jamundí para cometer su primer crimen.
Según los investigadores de su prontuario criminal, Garavito torturaba y abusaba sexualmente a todas sus víctimas. Pero él, a pesar de admitir los asesinatos, negó las violaciones argumentando en que sufría de «disfunción eréctil».
La fachada de ‘La Bestia’ para acceder a sus víctimas
‘La Bestia’ accedía a sus víctimas haciéndose pasar por vendedor ambulante, indigente y hasta miembro de fundaciones sociales. Sus víctimas eran principalmente niños y adolescentes entre los 10 y 16 años de bajos niveles socioeconómicos.
Ante las cámaras, Garavito confesó que «trabajó como brujo, adulteró documentos y organizó una supuesta fundación», conocida como ‘Nuevo Amanecer’, para lograr su cometido.
En su momento, dijo sentir miedo de quedar libre por las represalias que podrían tomar las personas. Sin embargo, ante la posibilidad de salir de prisión, aseguró que «en la clandestinidad» se prepararía intelectualmente para «llegar algún día al Congreso de la República» y allí «trabajar por la niñez desamparada».
Su largo historial criminal inició en 1992, cuando tenía 35 años. Durante siete años desarrollaría el modus operandi que lo convertiría en el mayor asesino serial de la época, dejando víctimas en 13 departamentos del país y en zonas de Ecuador y Venezuela.
Al ser capturado, en 1999, Ecuador lo pidió en extradición para que respondiera por el asesinato de cuatro menores. Sin embargo, la solicitud fue negada por la Corte Suprema de Justicia colombiana.
La confesión de Garavito
En la confesión entregada por Luis Alfredo Garavito en noviembre de 1999, el criminal pidio perdón a las familias de los niños asesinados y dijo que «no lo hizo a conciencia», sino porque «había una fuerza dentro de él, superior a la buena voluntad de no hacer daño».
Cactus24//12-10-2023