Por primera vez desde la muerte de Francisco Franco en 1975, una víctima de torturas de la dictadura declarará este viernes ante un juez en España, donde todas las querellas anteriores de este tipo fueron tumbadas por la Ley de Amnistía de 1977.
Miembro de una organización estudiantil antifranquista, Julio Pacheco Yepes tenía 19 años cuando fue arrestado por la policía secreta en agosto de 1975, apenas tres meses antes del fallecimiento de Franco.
Fue llevado a la temida Dirección General de Seguridad, en la emblemática Puerta del Sol en el centro de Madrid, donde fue torturado durante días, según su testimonio, para luego ser encarcelado bajo acusación de terrorismo.
A 48 años de esos hechos, Pacheco Yepes presentó en febrero una querella contra sus cuatro torturadores en un tribunal en Madrid, que hizo algo que hasta ahora no había hecho ningún tribunal español ante el centenar de denuncias interpuestas previamente, según organizaciones de víctimas: admitirla a trámite.
Frente al tribunal madrileño en el que estaba citado este viernes a las 10H00 (08H00 GMT), una treintena de personas esperaban para darle apoyo, portando, entre otros, una lona en la que se podía leer «Las víctimas del franquismo exigimos justicia. Aplicación YA de los derechos humanos».
Entre aplausos y gritos de ánimo a su entrada, Pacheco confió a la AFP sentirse «un poco nervioso» ante la cita.
«Hito importante»
La jueza Ana María Iguácel constató «la posible existencia» de delitos de «crímenes de lesa humanidad y torturas», según el auto al que tuvo acceso la AFP, y convocó a Pacheco Yepes a declarar, primero en julio, en una cita que fue suspendida, y luego este viernes.
La jueza también solicitó tomar declaración a los acusados y pidió la documentación del caso a la policía y al Archivo Nacional, tras lo cual debe decidir si abre juicio o archiva el dosier.
Uno de los acusados por Pacheco Yepes es José Manuel Villarejo, una oscura figura implicada en numerosos escándalos relacionados con la élite económica y política, condenado en junio pasado a 19 años de cárcel por espionaje.
Poder declarar ante un juez es «un hito importante», dijo a la AFP Pacheco Yepes, de 67 años, quien afirmó esperar que su testimonio abra «una grieta en el muro de impunidad que hemos sufrido durante tanto tiempo» y sirva para que los tribunales sean «más permeables a las próximas denuncias que vengan».
Hasta ahora, pese a los pedidos de Naciones Unidas, la justicia española había rechazado todas las denuncias de víctimas de la dictadura (1939-1975), alegando la prescripción de delitos y, sobre todo, la Ley de Amnistía de 1977, que perdonó los delitos cometidos por los opositores políticos pero también por los agentes del orden público.
El conocido juez Baltasar Garzón llegó a ser procesado, y finalmente absuelto, por intentar abrir una investigación sobre los crímenes del franquismo amnistiados por la ley.
La querella argentina
Para gran desesperación de las víctimas, algunos torturadores murieron sin ser procesados, como el policía Juan Antonio González Pacheco, apodado Billy el Niño, que murió en 2020.
Una de las personas que presentó una querella contra Billy el Niño fue la esposa de Pacheco Yepes, Rosa María García Alcón, quien fue detenida por igual en 1975, pero un tribunal la inadmitió.
García Alcón, de 66 años, declarará también este viernes ante la jueza Iguácel, en calidad de testigo, ya que como parte de las torturas a Pacheco Yepes le mostraban cómo era torturada la mujer.
Ante los obstáculos judiciales en España, las asociaciones de víctimas recurrieron a Argentina, donde la magistrada María Servini invocó el principio de justicia universal para iniciar una investigación en 2010, todavía abierta, por genocidio y crímenes contra la humanidad durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura franquista.
En 2014, la justicia española negó la extradición solicitada por Servini de una veintena de antiguos ministros, jueces y policías del régimen por supuestos crímenes de lesa humanidad.
Cactus24 15-09-23