El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, calificó el miércoles de «máxima prioridad» fortalecer las relaciones con Moscú durante una reunión con Vladimir Putin en el Lejano Oriente ruso, una cumbre excepcional que según Washington podría conducir a un acuerdo sobre venta de armas.
Después de visitar las instalaciones en el cosmódromo de Vostochni, incluido un taller de ensamblaje de cohetes Angará rusos de nueva generación, los dos líderes comenzaron las conversaciones en presencia de sus delegaciones y luego cara a cara, unas reuniones que duraron más de dos horas, según las agencias rusas.
«Estoy muy contento de verle. Le agradezco que haya aceptado nuestra invitación», dijo Putin, sentado junto a su huésped antes de comenzar las conversaciones, según imágenes transmitidas por la televisión rusa.
Por su parte, Kim afirmó que Corea del Norte hará de las relaciones con Rusia la «máxima prioridad» de su diplomacia.
«Aprovecho esta oportunidad para afirmar que siempre estaremos con Rusia», dijo, asegurando que esta reunión es «un trampolín» para estrechar relaciones.
«Rusia se enfrenta actualmente (…) a fuerzas hegemónicas para proteger sus intereses de seguridad. Siempre hemos expresado nuestro apoyo total e incondicional a todas las medidas tomadas por el gobierno ruso», agregó.
Según Putin, durante el encuentro iban a tratarse «muchos temas», incluida «la situación en la región» y la «cooperación económica».
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por la agencia TASS, dijo el miércoles, poco después del anuncio del encuentro, que los dos líderes hablarían «cara a cara» tras presidir discusiones bilaterales.
Esta cumbre excepcional podría conducir, según Estados Unidos, a un acuerdo sobre la venta de armas para apoyar la ofensiva rusa en Ucrania.
Según las agencias de noticias rusas, los ministros rusos de Defensa, Serguéi Shoigú, y de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, participaron en las discusiones bilaterales, así como el de Industria Denís Manturov.
Antes de la reunión, Peskov indicó que los dos hombres iban a hablar de «temas sensibles » sin prestar atención a las «advertencias estadounidenses».
Temores de Washington
Washington teme que Rusia obtenga armas de Corea del Norte para sus operaciones militares en Ucrania. Pyongyang está bajo sanciones debido a sus programas de desarrollo nuclear y de misiles.
Kim Jong Un salió el domingo por la noche de Pyongyang a bordo de un tren blindado. A primera hora de la tarde del miércoles llegó al cosmódromo y estrechó la mano de Vladimir Putin, según un video publicado por el Kremlin.
Se trata de la primera reunión de los dos líderes desde el viaje de Kim Jong Un a Vladivostok en 2019.
El líder norcoreano, acompañado de altos funcionarios militares, está realizando su primer viaje al extranjero desde el inicio de la pandemia de covid-19.
Mientras Kim está en Rusia, Corea del Norte disparó «un misil balístico no identificado hacia el Mar del Este el miércoles», dijo el Estado Mayor Conjunto en Seúl, usando el nombre coreano para el Mar de Japón. Tokio mencionó por su parte el lanzamiento de dos misiles balísticos.
La elección del cosmódromo para celebrar este encuentro es simbólica. El miércoles, Vladimir Putin planteó la posibilidad de que Rusia ayude a Corea del Norte a construir satélites, después de que Pyongyang recientemente fracasara dos veces en poner en órbita un satélite militar espía.
«Por eso vinimos aquí. El líder de Corea del Norte muestra un gran interés en la tecnología de cohetes. Están tratando de desarrollar su programa espacial», dijo Putin según las agencias de noticias rusas.
Rusia está interesada en el arsenal de proyectiles de artillería de Corea del Norte, probablemente utilizados en Ucrania, mientras que Pyongyang está buscando ayuda para modernizar su equipamiento de la era soviética, especialmente para su fuerza aérea y marina, agregó.
La semana pasada, la Casa Blanca advirtió que Corea del Norte «pagaría el precio» si suministraba armas a Rusia para el conflicto en Ucrania.
Cactus24 13-09-23