Un vuelo de Delta que cubría la ruta desde Atlanta hasta Barcelona, experimentó una situación inusual que lo obligó a dar un giro y realizar un aterrizaje de emergencia. El incidente, que ocurrió el viernes, se debió a un pasajero que sufrió un episodio de diarrea luego del despegue.
El avión, un Airbus A350, había estado en vuelo transatlántico durante dos horas cuando el piloto tomó la decisión de regresar a Atlanta debido a una situación desafortunada en el avión. El piloto informó al control de tráfico aéreo sobre la situacion.
«Es simplemente una cuestión de riesgo biológico: tuvimos un pasajero que tuvo diarrea a lo largo del avión, por lo que querían que regresáramos a Atlanta», dijo un piloto del DL 194 al control de tráfico aéreo.
Delta dijo a CNN que el vuelo se retrasó un poco más de ocho horas, pero finalmente aterrizó en Barcelona sin incidentes adicionales el sábado a las 5:16.p.m., hora local. «Nuestros equipos trabajaron de la forma más rápida y segura posible para llevar a nuestros clientes a su destino final», dijo un portavoz. «Pedimos disculpas sinceras a nuestros clientes por el retraso y las molestias en sus planes de viaje».
Este no es el primer vuelo durante el verano boreal en el que la experiencia de los pasajeros se ve alterada por fluidos corporales. Esta semana, Air Canada se disculpó después de que a dos pasajeros se les indicara que debían sentarse en asientos que no habían sido limpiados adecuadamente y que estaban cubiertos de vómito de un vuelo anterior.
Cactus24 05-09-23