Gerardo Antonio Hernández vivió momentos de angustia y peligro cuando un incendio se desató en el edificio Dergham II el pasado sábado 5 de agosto.
Junto a su hermanita, se refugiaron en un rincón del apartamento, cubiertos con un paltó y una braga húmeda, respirando a través de una ventana rota, hasta que fueron rescatados por los bomberos. Considera este hecho como un verdadero milagro.
La historia de Gerardo Antonio es solo una de las muchas vivencias de los sobrevivientes de este incendio, que afortunadamente no dejó víctimas mortales debido a que ocurrió durante el día, cuando la mayoría de las personas estaban despiertas y alertas.
Sin embargo, el incidente ha dejado un ambiente de temor y preocupación entre los residentes, quienes se niegan a regresar a un edificio sin garantías de seguridad y cuya propiedad privada ha hecho que el gobierno no tome acciones al respecto en cuanto a ayudar a reparar.
Los inquilinos de los más de 50 apartamentos afectados no están pidiendo viviendas gratuitas, sino condiciones adecuadas para adquirirlas, con la garantía de poder pagarlas con su propio esfuerzo y los beneficios de la Ley de Política Habitacional, según lo expresado por Erika Martínez.
Jesús Herrera comparte el temor colectivo de regresar al edificio, a pesar de las presunciones del alcalde Henry Hernández de que se encuentran en condiciones seguras aunque aún se desconoce el resultado de la experticia oficial.
Afirma Herrera que el edificio sigue en las mismas condiciones en las que quedó después del incendio y ve difícil que se realicen las reparaciones necesarias en el sistema eléctrico, las tuberías de agua y la reposición del techo de la mezanina.
Por esta razón, solicitan la visita del gobernador del estado Falcón, Víctor Clark, para exponer su situación y encontrar una solución satisfactoria.
