La cumbre climática de París concluyó este viernes con un «consenso completo» para «reformar en profundidad» el sistema financiero mundial, aunque sin definir cómo conseguir luchar al mismo tiempo contra el calentamiento global y contra la pobreza.
Al término de dos días de debates ante unos 40 mandatarios, entre ellos los de Brasil, Colombia y Cuba, el presidente francés Emmanuel Macron se felicitó de un «consenso completo» para volver el sistema financiero mundial «más eficaz» y «más equitativo».
Pero más allá del discurso, los pocos resultados concretos del evento celebrado en la antigua sede de la Bolsa en París, el Palacio de Brongniart, vinieron sobre todo de la mano de grupos de países o coaliciones de países.
Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, España y Barbados, entre otras naciones, acordaron con el Banco Mundial (BM) y otros organismos un sistema para suspender la devolución de la deuda en caso de catástrofes naturales.
Este era un reclamo de la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, quien, en una entrevista con la AFP el jueves, celebró que «todo el mundo» aceptara este principio y llamó a «trabajar juntos» porque «solo» existe «este planeta» para vivir.
Entre los avances citados por Macron figura un acuerdo de varios países acreedores para reestructurar la deuda de Zambia o el objetivo alcanzado de reasignar a los países pobres 100.000 millones de dólares de derechos especiales de giro, prometidos en 2021.
Y subrayó que la promesa de 2009 de desbloquear otros 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para ayudar a los países pobres a enfrentar el cambio climático se cumplirá este año, con retraso.
Sin embargo, la red de oenegés Climate Action Network (CAN) criticó la cumbre por «hacer algo nuevo de algo viejo» y lamentó la idea de una posible suspensión de los reembolsos «en lugar de una cancelación completa de la deuda».
Lula y la «broma» del clima
La reunión se celebró bajo la presión de la sociedad civil, sobre todo de los jóvenes activistas ecologistas, entre ellos la sueca Greta Thunberg, que manifestaron este viernes en la plaza de la República de París para reclamar unas «finanzas verdes».
Anne Cormille, una joven de 22 años, lamentó que la cumbre de París «ni siquiera habla de detener la financiación de las energías fósiles», pese a ser una fuente de los problemas climáticos a los que debe responder.
«La cuestión climática se convirtió en una broma», clamó por su parte dentro de la cumbre el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, denunciando la falta de una «gobernanza mundial» para cumplir los acuerdos sobre clima.
Los países del Sur abogan por modernizar el rol de las instituciones multilaterales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), para orientarlas a la lucha contra el cambio climático, el combate contra la pobreza, el desarrollo humano y la protección de la biodiversidad.
Pero la confianza es escasa entre los Estados más vulnerables, reunidos en el llamado grupo V20 (compuesto de 58 países), tras una serie de promesas incumplidas por parte de las naciones más desarrolladas.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró a la AFP que su propuesta de «cambiar deuda por acción climática» fue acogida con «timidez», pero que buscará plantearla de nuevo en la reunión de líderes europeos y latinoamericanos prevista en julio en Bruselas.
Macron no citó la tasa a las transacciones financieras en su lista de avances de la cumbre, ni tampoco el gravamen a las emisiones carbono del transporte marítimo que Francia buscaba impulsar.
Una coalición de 22 países, entre ellos Dinamarca, Vietnam y Nueva Zelanda, así como la Comisión Europea, apoyan esta última iniciativa, según la presidencia francesa.
La discusión de las propuestas continuará no obstante en los próximos meses con una «hoja de rota» que incluye las reuniones del G20 en India en septiembre y en Brasil en 2024, así como la COP28 de Dubái, entre otros.
Tensión por Mercosur
La negociación del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) se invitó también inesperadamente a la cumbre de la mano de Lula, antes de una reunión bilateral con Macron en el Palacio del Elíseo.
«No es posible tener una asociación estratégica y que haya una carta adicional amenazando a un socio estratégico», dijo Lula ante el resto de líderes, en referencia a las nuevas exigencias medioambientales que la UE planteó al bloque sudamericano en marzo.
El líder brasileño indicó que esos reclamos impiden ahora mismo la ratificación, que la Comisión Europea deseaba para antes de que finalice el año. Macron recibió una fuerte presión del sector agropecuario francés para oponerse a la alianza con el Mercosur.
Cactus24 23-06-23