Aun cuando fue acordada una libertad plena sin restricciones por parte de la jueza María Tinoco del Tribunal Segundo de Control de Violencia de Género, Fidel Ángel Aguillón sigue detenido.
Sus abogados, los hermanos Ramón y Alcides Loaiza han informado que el sexagenario sigue detenido por un falso testimonio de habitantes del bloque 8 de la Cruz Verde. Además, atraviesa una condición crítica de salud que no ha considerado la Fiscal 10, doctora Heymer Pimentel quien insiste en llevar adelante el caso.
La Fiscal, que en su momento y según la defensa no trajo a la sala de audiencias elementos serios que permitieran desvirtuar la presunción de inocencia, apeló con efecto suspensivo, pasando el caso a la Corte de Apelaciones en Barquisimeto que, aún no se ha dado respuesta.
Mientras la defensa esperaba el veredicto de la Corte de Apelaciones, la Fiscal acusó al sexagenario quien está convaleciente debido a una serie de patologías propias de la edad.
Resulta inaudito que sin haber mostrado al momentos elementos probatorios que demostrarán la culpabilidad del sexagenario en la supuesta violación de dos hijos, siga adelante con una acusación solo para mantener una aparente perfección estadística de efectividad.
Aparte, se le negó a la defensa presentar diligencias a favor del procesado. Según Loaiza, el efecto Suspensivo, pasaba por esperar la decisión de la Corte para avanzar. ¿Dónde quedaba el estado de derecho?
A juicio de la defensa, todo fiscal debe ser garante del derecho, además de convertirse en un investigador, escudriñador de la verdad; jamás acceder a realizar actos conclusivos porque así se lo ordenan o por un dato estadístico.
Un Fiscal es el director de la investigación y debe buscar elementos que culpen o exculpen en una investigación.
Es triste y delicado que una representante fiscal sea tan superficial ante tan digna y gran responsabilidad en sus manos, como lo es la libertad de las personas, la dignidad y la integridad física de quienes dependen de su actuación fiscal», concluyó.
Cactus24 23-05-23