El Sunday Times elabora de forma anual un especial centrado en las personas más ricas del Reino Unido, y en su año inaugural allá por 1989 la difunta reina Isabel II ocupaba el puesto de honor de la lista. Sin embargo, a partir de 2015 no volvió a aparecer nunca más entre las primeras 300 posiciones.
Dentro de unas semanas verá la luz una nueva actualización de esta clasificación, que ha servido para arrojar luz de forma indirecta sobre la fortuna valorada en 600 millones de libras que ha amasado su hijo Carlos. Eso implica que, en la lista, se colocaría por delante del matrimonio formado por David y Victoria Beckham, el cantante Sir Elton John y la dinastía de panaderos Warburton. Además, su patrimonio supera al de su madre, que el año pasado se calculaba que rondaba los 370 millones de libras.
El Sunday Times asegura, basándose en declaraciones de uno de sus antiguos ayudantes, que el actual rey trazó un plan para reconstruir cuidadosamente sus finanzas después de desembolsar 17 millones de libras como parte de su acuerdo de divorcio con la princesa Diana de Gales a mediados de los 90.
Cuando aún era el príncipe de Gales creó la compañía Duchy Originals para comercializar productos cultivados en su finca Highgrove House -desde galletas de avena a cerveza- que se han vendido en cadenas de supermercados como Harrods, Fortnum and Mason y Waitrose. Se dice que entre 2011 y 2022 aumentó los beneficios de ducado de Cornualles en un 42,6%, y ha realizado distintas inversiones que se centran en el mercado inmobiliario y en otros negocios relacionados con su activismo ecologista.
También es titular de la corporación Crown Estate, que engloba una serie de tierras y propiedades por valor de 15.600 millones de libras y que forman parte del patrimonio público del soberano, es decir, que no puede disponer de él libremente vendiendo alguna parte ni embolsarse los beneficios que genera para gastarlos como le parezca.
Carlos es famoso por su carácter austero; hace tiempo, antes de que el gran público ganara conciencia sobre el despilfarro de los recursos del planeta, en la prensa británica se bromeaba a menudo acerca de su manía de apagar las luces cuando salía de una habitación y durante una entrevista con Vogue él mismo confesó que odia tirar nada, especialmente la ropa.
En lo que respecta a su fortuna actual, no está claro cuánto aumentó exactamente tras la muerte de su padre, el príncipe Felipe, ya que su testamento no se hizo público. El testamento sellado de su madre, que murió a los 96 años en septiembre, fue guardado en una caja fuerte en Londres junto con más de 30 testamentos de otros miembros de la realeza que han fallecido desde 1910.