Como una liebre anduvo José Antonio Castro Silva sus últimas 36 horas libres, corriendo por el monte, por las salinas y atrincherado en guaridas, antes de ser arrestado en Villa Marina, principio de su inminente encierro en una celda de la que tardará años en salir si logra pasar desapercibido ante el resto de la población carcelaria.
Que la violación y asesinato de una niña pase desapercibido siendo un caso que tuvo resonancia municipal, regional, nacional e internacional, vislumbra un futuro oscuro para quien el próximo 28 de abril cumplirá 34 años de edad.
Alias el «Mono» fue entre viernes y sábado uno de los fugitivos más buscados de Falcón y el país por el infanticidio de la niña Alejandra Xaviela Padilla Córdoba cometido en el sector Victoria Popular del municipio Los Taques.
José Antonio llevaba una década de vida delictiva que se remontan a enero del 2013 cuando lo detuvieron por resistencia a la autoridad. En el 2014 estuvo detenido dos veces en lapso de siete meses, por violencia física y doméstica.
En el 2016 estuvo por hurto genérico y también por tráfico de materiales, en el 2017 sumó otros dos arrestos por hurto, delito en el cual reincidía en enero del 2020.
Su noveno y último arresto había sido el 29 de enero de este 2023, por droga, quedando en libertad porque el Tribunal consideró que era droga de menos cuantía.
Este arresto se llevó a cabo a las 8:35 de la noche en la vía principal de Villa Marina, playa Boca de Camino. La PNB le incautó 15 envoltorios de marihuana con peso de 28 gramos, y un machete, sindicándolo de ser cabecilla de una peligrosa banda.
Alejandra Xaviela vivía en un entorno en el que sufría maltrato y según, era víctima de abuso sexual por parte de «el Mono», delincuente con amplio prontuario quien vivía ocasionalmente en la misma casa.
Se dice, aunque no por fuentes oficiales, que la niña habría sido testigo de algo inusual entre su madrastra Yelissa, de 39 años y el yerno José Antonio, y de la noche a la mañana fue asesinada.
El infanticidio según, se cometió dentro del inmueble y el relato de que la sacaron por la ventana habría sido una coartada que se desmontó así misma por lo inverosímil.
José Antonio estuvo huyendo desde el mismo viernes, sabiendo detrás a militares, policías, al Cicpc y sobre todo la enardecida comunidad que buscaba anticiparse a la detención y linchado. El general de división José Alfredo Rivera Bastardo, comandante de la Zodi-12 y el general de brigada Miguel Morales Miranda, Secretario de Seguridad Ciudadana ordenaron una intensificación del patrullaje.
Cerca de las dos de la tarde de este sábado, la Guardia Costera lo detuvo una vez cercado y acorralado por funcionarios del Centro de Coordinación Policial 7 al mando del comisionado Eduardo Polanco, con apoyo de la Región Paraguana al cargo del comisionado jefe Arizon Sotelo; también del Sipef y DIEP, y entregado luego al Cicpc a cargo del comisario general Pedro Velasco.
El siguiente destino, antes de la prisión para José Antonio, es el Circuito Judicial Penal para ser imputado.