La Policía Nacional de España detuvo el martes en Soria a un hombre que dio una bofetada a su novia en directo, durante una retransmisión de la red social TikTok.
La joven, llamada Simona, estaba conversando con otros tres participantes, que también aparecían en pantalla, cuando comenzó a escucharse una voz que la insultaba. Poco después, se observó la mano que le propinó una fuerte bofetada. La mujer reaccionó riendo, aunque con lágrimas en los ojos, y afirmó que se trataba de su padre, que supuestamente ya estaba enfadado con ella antes.
La escena se hizo viral a partir del pasado sábado, cuando comenzó a circular el video en las redes sociales y muchos usuarios mostraron su repudio.
La protagonista de las imágenes subió un video al día siguiente junto a su marido, dando explicaciones de lo sucedido. En la grabación, la mujer reconoció que la bofetada había sido propinada por su pareja, pero aseguró que era algo que estaba pactado para conseguir más seguidores y comentarios. «Lo hicimos por fama, por nada más», concluyó después de explicar que no esperaban el revuelo generado y la acusación de maltrato contra su compañero.
Poco después, en otro directo en las redes sociales, la joven afirmó que su pareja nunca le había pegado, para decir a continuación que «solo» le había dado dos palizas dos veces «cuando ha pillado algo, cuando ha visto algo», dando a entender que era una actitud normal.
Este miércoles se ha celebrado el juicio rápido, en el que agresor y agredida se han negado a declarar. La presunta víctima, además, ha renunciado a cualquier medida de protección, a contar con asistencia letrada y a ser reconocida por el médico forense.
La mujer, que no ha presentado denuncia, solo ha pedido que no separen al hijo que tienen en común, de dos años, de su padre. El juez consideró que no existe una situación de peligro urgente, por lo que rechazó activar una medida de protección, como pedía la Fiscalía.
El Ministerio Público, que ha iniciado de oficio las actuaciones penales al tratarse de un delito público, solicita un año de prisión para el hombre por un delito de maltrato, la prohibición de portar armas durante tres años y la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima durante el mismo periodo de tiempo.
Por el momento, el acusado ha quedado en libertad sin medidas cautelares, a la espera de juicio, que se celebrará el próximo 21 de febrero.